El médico quería revivir a pilotos muertos con sexo
El método consistía en introducir agua helada a los reos y una vez inconsciente, elegía a una mujer prisionera para que tuviera relaciones sexuales con él
Sigmund Rascher, fue un médico que formó parte del Partido Nacionalsocialista Alemán. En 1939 ya mostraba su compromiso con el Régimen de Hitler y comenzó a realizar experimentos atroces con mujeres.
Uno de ellos consistía en obligar a las mujeres a tener sexo con los muertos del campo de concentración de Dachau, en Alemania, para revivirlos.
Sus extraños experimentos nunca fueron comprobados, pero forman parte de la historia de lo ocurrido durante aquella época nazi.
El médico alemán pretendía revivir a los pilotos muertos, aquellos que cayeron en combate al mar del Norte y murieron congelados o quedaron inconscientes.
El método de Rascher consistía en introducir agua helada en el reo y cuando éste quedaba inconsciente, elegía a una mujer prisionera para que tuviera relaciones sexuales con él. Con este procedimiento, el médico pretendía descubrir cómo reaccionaba el cuerpo humano al cambio brusco de presión y de temperatura y de esta forma determinar cómo los podrían regresar a la vida.
Durante el régimen nazi murieron más de 300 personas en estos experimentos. Aquellos que quedaron con vida recibieron una sentencia de cadena perpetua para que jamás revelaran lo que ocurría en el laboratorio de Rascher.
Sigmund en uno de sus intentos por agradar a Hitler, quiso demostrarle que la población alemana podría incrementar si la edad en que las mujeres tenían hijos era mayor; por lo que Rascher hizo público que su esposa tuvo a sus tres hijos después de los 48 años.
Sin embargo, durante su cuarto embarazo, Nini Rasher, la cónyuge del médico, fue detenida por intentar robarse un bebé. De este modo se supo que su embarazo era falso y aumentaron las sospechas de que los otros niños fueran ilegítimos.
Tras esta serie de acontecimientos, Sigmud Rascher y su esposa fueron arrestados en 1944 y un año después, él fue ejecutado en una celda de Dachau sin poder comprobar ninguna de sus teorías científicas.
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