Hace cuatro años Alejandra López Soto fue operada en una unidad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Chihuahua, para que le quitarán una hernia. Sin embargo, tras la intervención quirúrgica la mujer presentó dolor abdominal, por lo que tuvo que atenderse con su médico familiar.
Los dolores no desaparecieron en todo ese tiempo a pesar del tratamiento que le recetaban, por lo que decidió, hace un par de meses, tomarse una radiografía y descubrió que el doctor que la había operado en el IMSS le dejó unas pinzas en su cuerpo.
Por ello, interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Chihuahua en contra de la dependencia por negligencia médica y exige una indemnización de hasta un millón de pesos por el daño que le causaron.
En abril pasado Alejandra se sometió a una nueva operación para que le sustrajeran las pinzas y le reconstruyeran algunos órganos que fueron dañados.
Fuente: El Diario de Juárez
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