José Antonio Meade se destapó hace unos días como precandidato a la Presidencia por el PRI, lo cual despertó interés puesto que el ex secretario de hacienda no es militante del tricolor.
Aunque su mejor carta como precandidato es no ser priista, entre las cartas en su contra están: ser cercano al circulo de Peña Nieto, haber respaldado el cambio en la medición de la pobreza, así como su apoyo a la liberación del precio de las gasolinas.
Con sus pros y contras es difícil adivinar cómo sería un gobierno bajo su mandato. ¿Investigaría a Peña Nieto por la Casa Blanca? ¿Seguiría con las reformas de Peña?.
Hasta el momento la mejor carta del PRI es un político no priista, alejado de los escándalos de corrupción protagonizados por los integrantes de ese partido y con una notable carrera académica.
¿José Antonio Meade logrará convencer que no está ligado a la clase gobernante que tanto ha enojado a la ciudadanía?
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