Asegura que continuará la lucha contra la corrupción como lo hizo en Hacienda
Aclaró que es necesario distinguir a los buenos priistas de los malos
La elección presidencial de este año se da en un escenario difícil para el partido gobernante (PRI), pues los escándalos de corrupción en torno a los funcionarios y exfuncionarios militantes de dicho partido no han cesado a lo largo del actual sexenio.
Pese a estas condiciones, el precandidato del tricolor, José Antonio Meade, asegura estar tranquilo, pues los gobernadores del PRI señalados por corrupción actualmente están sujetos a proceso y presume que él, como secretario de Hacienda, formó parte de los expedientes judiciales que se le armaron a cada uno de ellos.
De acuerdo con una entrevista publicada por El Universal, el aspirante presidencial señala que aunque se ha avanzado en el combate a la corrupción y la inseguridad, aún falta mucho por hacer.
Luego de que concluyera el periodo de precampaña, Meade opina que cerró “muy fuerte” y destaca que su ventaja es no ser intolerante como Andrés Manuel López Obrador y no tener señalamientos por conflictos inmobiliarios, como Ricardo Anaya.
“Logramos construir una coalición sólida y robusta, con buenos compañeros de viaje con los que hay identidad programática y afinidad, haciendo equipo entre militancia y ciudadanos; consolidando el entusiasmo y una militancia que se sabe con vocación y posibilidad de triunfo y, medido así, me parece que la precampaña [se va a convertir en] una campaña exitosa”, dijo.
Aunque su equipo de campaña no fue elegido por él, comenta que se siente cómodo pues su interés es construir un equipo exitoso a través del diálogo, del contraste de ideas que aporten al proyecto y lo hagan crecer.
Destacó que participa de la limpieza del partido que hoy abandera rumbo a la presidencia, y mencionó que no le pesa cargar con exgobernadores priístas acusados por actos de corrupción, pues posee una trayectoria limpia y “en todos los casos en donde hemos visto irregularidades las hemos denunciado y hemos deslindado responsabilidades”.
Cuestionado sobre la posibilidad de deslindarse del Presidente de la República, respondió que “de lo que tiene uno que deslindarse es de los problemas que tiene el país. Yo creo que ese tema de querer que el país se reinvente, que volvamos a empezar, que renunciemos a todo lo que hemos hecho, no es lo que al país le sirve”.
Sobre el estereotipo de que los priistas son corruptos, apuntó a que hay que hacer una precisión pues “no son los priístas, son los malos priístas, como los malos panistas, los malos perredistas, los malos servidores públicos”.
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