Miles de brasileños marcharon este domingo 12 de abril en diferentes ciudades para exigir la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff.
En Río de Janeiro, la marcha recorrió la emblemática avenida costera del barrio de Copacabana. La gente vestida con camisetas amarillas portaba banderas de Brasil y gritaba consignas contra la mandataria y su gobernante Partido de los Trabajadores como “Fuera PT” o “El PT robó”. Algunos dijeron estar enfurecidos por un escándalo de corrupción dentro de la petrolera estatal que implica al partido y a sus aliados.
“Nadie aguanta ya el nivel de corrupción. Además de eso, estamos pagando más impuestos y el país no crece nada”, reclamó Maria Saldanha, una estudiante de medicina de 19 años que sostenía un letrero que indicaba: “El gobierno no representa Brasil”. Saldanha dijo estar a favor de impugnar a Rousseff y la culpó de ser el principal factor que impide el crecimiento de la economía.
Las manifestaciones ocurren un mes después de que millones de personas salieron a las calles a lanzar consignas contra la mandataria. Las protestas del 15 de marzo sorprendieron a los círculos políticos y medios al reunir a más de 200 mil personas en Sao Paulo, la capital industrial, donde se congregó la mayor cantidad de personas desde las manifestaciones de 1984 que exigían el fin de la dictadura militar.
Rousseff entra en el cuarto mes de su segundo mandato con la popularidad por los suelos. El índice de aprobación es de 13% y la mayoría cree que la presidenta tenía conocimiento del esquema de sobornos en el que supuestamente se desviaron más de 800 millones de dólares en contratos sobrevaluados que Petrobras celebraba con las principales constructoras del país.
En Río de Janeiro, la protesta reunió a 10 mil personas, según reportes de medios locales.
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