Jessica Krug es una mujer blanca, judía y criada en un suburbio de Kansas City
La mujer confesó en un blog que durante años asumió falsamente varias identidades
Jessica Krug, una profesora de historia de la Universidad George Washington (GWU), reveló haber asumido una identidad negra durante años, cuando en realidad es una mujer blanca, judía y criada en un suburbio de Kansas City, EU.
“He construido mi vida sobre una violenta mentira antinegra”, escribió en su blog.
En la publicación, Krug explica que asumió falsamente varias identidades: primero la de una mujer negra del norte de África, luego de alguien estadounidense y por último la del Bronx, de origen caribeño.
“En un grado cada vez mayor a lo largo de mi vida adulta, he esquivado mi experiencia de vida como una niña judía blanca”, sentenció.
Krug explica que comenzó asumir falsas identidades desde temprana edad, culpando a problemas mentales y traumas experimentados de joven.
Dicho engaño se extendió en todos sus relaciones personales.
El caso de Krug es similar al de Rachel Dolezal, una activista blanca que se declaraba negra. Su historia se popularizó en 2015, cuando sus padres la acusaron de querer ser alguien que no era.
Su libro “Fugitive Modernities: Kisama and the Politics of Freedom” (Modernidades fugitivas: Kisama y las políticas de libertad), publicado en el 2018 se enfoca en la política y cultura de las sociedades de África y la diáspora africana.
Informes señalan que Krug utilizó el nombre de Jessica La Bombalera como activista.
La publicación de la escritora ha causado asombro e indignación entre sus colegas académicos, estudiantes y amigos.
Aunque ella no explica las razones de por qué decidió reconocer su engaño, el guionista Hari Ziyad reveló que lo hizo porque ya la habían descubierto.
“Jess Krug… es alguien quien llamé amiga hasta esta mañana cuando me llamó reivindicando todo lo escrito aquí. No lo hizo de bondad”, publicó en Twitter.
Según la BBC, recientemente, académicos latinos negros habían empezado a retar a Krug, preguntándole sobre su origen.
“No hubo una cacería de brujas, pero había necesidad de trazar una raya”, escribió en una cadena de tuits Yomaira Figueroa, profesora asociada de estudios de diáspora de la Universidad Estatal de Michigan.
“Krug se adelantó a la noticia porque fue descubierta”, agregó.
“En ese sentido, sí nos manipuló”, escribió Bonilla. “No sólo convenciéndonos que era una WOC (mujer de color por sus siglas en inglés) pero también que pensáramos que de alguna manera éramos política e intelectualmente inferiores”, declaró Yarimal Bonilla, profesora de antropología y estudios puertorriqueños en Hunter College.
“Me rompe el corazón que estos estudiantes vinieran, espabilados y entusiasmados, para aprender del legado e historia latina”, declaró Aria Sakona, estudiante del GWU que acudiría a un curso de Historia Latinoamericana, a cargo de Krug.
Sé parte de la conversación