La madre del niño de 13 años había pedido ayuda a la policía para tranquilizarlo
El menor sufrió heridas graves en el intestino, vejiga, hombros y tobillos
El pasado viernes en la ciudad de Salt Lake City, en Utah, EU, Linden Cameron, un joven de 13 años con síndrome de Asperger, sufrió una crisis nerviosa por lo que su madre Golda Barton llamó al 911 para que lo ayudara a trasladarlo a un hospital.
Sin embargo, en su lugar, uno de los agentes que se presentó en su casa para ayudarla le disparó dos veces al menor, provocándole heridas graves en el intestino, vejiga, hombros y tobillos.
La madre del pequeño asegura que su hijo no estaba armado y el agente le disparó, informó El País.
“Les dije: ‘no va armado; no lleva nada; simplemente se le va la cabeza, y empieza a chillar y a gritar… Es un niño. Intenta llamar la atención y no sabe poner medida”, detalló.
Al respecto, el alcalde de Salt Lake City, el demócrata Erin Mendenhall, dijo lo siguiente: “No importan las circunstancias, lo sucedido el viernes es una tragedia y espero que se lleve con celeridad y de manera transparente por el bien de todos los implicados”.
La brutalidad policial en contra de personas con trastornos mentales en EU ha sido objeto de críticas en todo el país.
El caso más reciente ocurrió en marzo pasado, en Nueva York. Daniel Prude, un hombre de 41 años sufría una crisis nerviosa en casa por lo que su hermano llamó a la policía, quienes al llegar a su domicilio, lo encapucharon. Como consecuencia de ello, Daniel murió días después a por las secuelas de la falta de oxígeno que sufrió durante su arresto.
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