Tania Concepción Mora Alvarado, madre del niño Christopher Raymundo Márquez Mora, de seis años, quien fue asesinado el 14 de mayo por cinco menores en la colonia Laderas de San Guillermo II, abandonó el estado de Chihuahua por amenazas que recibió y que ponen en peligro su integridad física y emocional, expuso ella misma en un documento que envió al Tribunal Especializado para Adolescentes Infractores, mismo que fue sellado de recibido el 25 de Mayo, cuya copia obtuvo El Diario de Ciudad Juárez.
La madre notificó al Juez Especializado Luis Francisco de León Merino, quien atendió la causa penal (95/2015), esta situación. El documento cita textualmente:
“Tania Concepción Mora Alvarado, con la debida personalidad acreditada en la presente causa penal expongo: Vengo hacer del conocimiento de usted, que la suscrita tendrá que salir del estado de Chihuahua, toda vez que esta en peligro mi integridad física y emocional, he recibido amenazas en contra de mi personalidad y como también por el acoso de los medios de comunicación”.
El documento, que está en poder del Tribunal Especializado para Adolescentes Infractores, del Distrito Judicial Morelos, fue presentado el lunes, un día antes del 26 de mayo, fecha en que se realizó la audiencia de vinculación a proceso en contra de los cinco menores implicados en el crimen, donde el juez De León Merino encontró elementos suficientes para someterlos a juicio oral.
Personas allegadas a la familia del pequeño, revelaron que hasta el día de ayer, ninguna autoridad había buscado a la madre para brindarle apoyo psicológico, emocional, y/o de salud, tanto a ella como a su otro hijo de tres años, hermano de Christopher, quien padece una discapacidad.
La reciente noticia de la tortura y asesinato de Christopher Márquez ha desatado distintas versiones. La última es de la revista católica española Aleteia, que lo relaciona con el culto a la Santa Muerte. Cita a otros medios de comunicación locales.
“El tema requiere la atención de quienes no ven el peligro de ciertas creencias religiosas y particularmente del sectarismo, en relación al origen de horrendos crímenes, perpetrados por personas sumergidas en un complejo mundo de creencias que los habilitan a cometer atrocidades. El caso es más escandaloso porque los que secuestraron, torturaron y asesinaron a Christopher, son niños y preadolescentes”, dijo Aleteia en un artículo firmado por Miguel Pastorino.
“Si bien los niños involucrados pertenecen a un contexto de pobreza y violencia extrema, y declararon ‘jugar a los secuestradores’, las causas parecen ser más profundas que la falta de valores y la convivencia con el crimen organizado. Chihuahua es uno de los estados con mayor tasa de homicidios de niños en México: 38 menores por cada 100 mil habitantes. Del 2005 al 2015 han sido asesinados en México 10,876 menores”, agrega.
Luego, Pastorino agrega: “Existe un dato que no todos los medios han tenido en cuenta a la hora de analizar la noticia: que los niños acusados daban culto a la Santa Muerte. Los vecinos mencionan a Net Noticias que estos menores pertenecen a una banda de criminales, por lo que el asesinato no habría sido un juego delictivo. Habitantes de la zona declararon a diversos medios locales que los niños veneran a la Santa Muerte y que fueron adoctrinados por criminales que los integraron a un culto sectario”.
Aleteia cita a El Heraldo de Chihuahua, que publicó que para el coordinador de la Unidad de Estudios Históricos y Sociales de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Dizán Vázquez Loya, necesitaría precisarse si los niños asesinos eran adoradores aislados de la Santa Muerte o si se trata de una secta formal.
“Para el P. Dizán Vázquez, sacerdote católico y experto en sectas, existen indicios de un ritual: símbolos, sadismo, sacrificio de un animal, sacrificio del niño, sepultura ritual, etc. Todo indica que los niños aprendieron de otros. Aunque reconoce que es necesario hacer una investigación de campo más exhaustiva para saber si se trata de una secta organizada”, señala Aleteia.
Fuente: Sin Embargo
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