Ella fue una de las sobreviviente de ese derrumbe
Lucía está agradecida por esta segunda oportunidad que la vida le da
Lucía Isabel Zamora, de 36 años de edad, fue rescatada de entre los escombros del edificio de la calle Álvaro Obregón, en la colonia Roma, de la Ciudad de México, tras el sismo del pasado martes 19 de septiembre.
La joven narró su experiencia a la periodista Paola Rojas, de Noticieros Televisa. A ella le platicó que trabajaba en el piso 3 del edificio colapsado. Recuerda que al momento del temblor solo tomó su celular y al intentar huir con uno de sus compañeros vio como el techo se desprendió y cayó sobre ellos.
Durante mucho tiempo, Lucía intentó hacer llamadas pero nunca lo consiguió porque no había señal.
“No sé si estaba vertical, no sé si inclinada o parada. Tenía las piernas estiradas, movilidad en los brazos y en el tronco, pero es que todo a mi alrededor era vidrio, concreto. Quedamos empanizados totalmente, también con dificultades para respirar. al principio recuerdo que estaba como un poco inclinada y no podía respirar, y conforme pasó el tiempo, Isaac y yo nos hicimos espacio pues entre los escombros pues para estar lo más cómodos posible”, describió la joven.
Lucía señala que en el tiempo que estuvo bajo los escombros se revisó si no tenía heridas en el cuerpo, rezó un padre nuestro, al mismo tiempo que le preguntaba a su compañero Isaac si estaba bien. Los dos tenían raspones porque se estaban cortando con unos vidrios para hacerse espacio entre las ruinas.
Lucía dijo que ahora su compañero Isaac se convirtió en su héroe, por que luchó junto a él por su vida. “Estuvimos hombro con hombro, nos dábamos fuerza desde donde podíamos. Él decía que veía mucho por mi integridad física y eso no sabes cuánto lo agradezco. Caímos juntos desde el primer momento, ambos no lo creíamos, es que no puedes creer que te veas ahí adentro. Para mí la sensación es de ‘esto no puede estar pasando, igual y estoy soñando’ no podía creerlo, el ruido fue muy fuerte, todo fue muy rápido, pero ya que pasaban las horas me di cuenta que era una realidad, platicábamos juntos, rezábamos juntos y pedíamos auxilio juntos”, detalló.
Los momentos de silencio debajo de los escombros estaban llenos de angustia porque la esperanza de salir se hacía más lejana.
“Visualizaba el encuentro con mi hermana, guardaba la pila de mi teléfono para hablarle a mi hermana, me visualizaba afuera y pues en los momentos de debilidad yo decía ‘si estoy aquí, con vida, después de lo que sentí es porque Dios está planeando algo más grande para mí’, sí estaba un poco molesta con él evidentemente”, relató.
Después de haber sido rescatada, tras permanecer por horas debajo del edificio colapsado, está agradecida por esta segunda oportunidad que la vida le da y asegura que tiene una misión en la vida que tendrá que descubrir.
“Soy una persona muy amada, muy muy afortunada. Desde que salí me siento feliz, me siento afortunada, con la misión de hacer algo todavía no sé desde donde, no sé exactamente cómo, necesito recuperarme físicamente, emocionalmente, necesito mucho cariño, yo me dejo ahorita consentir, abrazar”, explicó.
Lucía está eternamente agradecida con las personas que pusieron su “granito de arena” para que fuera rescatadas. Asegura que ha contactado vía Facebook a muchos de los rescatistas que trabajaron en ese edificio para agradecerles e invitarles una comida.
“Todo eso es luz, todo es esperanza, todo eso es unión, y eso a mí me llena, todavía no lo digiero. La gente que ha visto mi sonrisa el día que salí, yo no sabía que estaba sonriendo, estaba feliz. Esto es México”, expresó.
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