Ante la falta de ingresos ahora venden dulces, cuidan autos o se han empleado como quiroprácticos
Luchadores mexicanos han tenido que reinventarse debido a que las puertas de las arenas permanecen cerradas por la pandemia del coronavirus.
Ameno, de 29 años y padre de tres hijos, explicó a la agencia AFP que vende dulces para hacer frente a la crisis por la pandemia de covid-19, la cual ha afectado entre muchos otros sectores, a quienes se dedican al 100 por ciento a la lucha libre.
“No me da pena decirlo, puse un puesto de dulces, aparte hago trabajo de plomería, electricidad, es con lo que poco o mucho llevo sustento a casa”, dijo.
Mientras esperar la entrega de una bolsa con alimentos por parte de El Fantasma, presidente de la Comisión de Lucha Libre Profesional de la capital, Ameno externó que él se dedicaba solo a la lucha libre antes de la epidemia, y así como él, ahora otros luchadores se dedican a realizar diversos oficios.
Salsero, de 41 años, manifestó que ha estado “buscándole para ir adelante”, comentó que trabaja de “viene, viene” (cuidador de autos), chófer, y de vigilancia.
“Vendemos muñequitos, máscaras, llaveros. Como vamos al día afecta bastante. Gracias a Dios como la gente nos conoce va y toca (para comprar). No podemos quedarnos sin comer”, relató Escorpión Dorado Jr., de 50 años.
Asimismo se dedica a ser quiropráctico alineando columnas, “es una técnica japonesa, mucha gente me busca por eso, es lo que me ha sacado adelante porque la boutique se quedó parada”, comentó.
Por su parte Skayde, de 55 años, confía en retomar la enseñanza de la lucha libre más pronto que tarde, sin embargo, considera, que hay varios trabajos que pueden hacer, “hay que buscarle”.
Los testimonios de estos luchadores mexicanos son el reflejo de la crisis que se vive en el país por el virus.
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