En México la preparación del pan de muerto varia de estado a estado
Además es uno de los componente más importantes de las ofrendas
Una de las más grandes expresiones culinarias en México es sin duda el pan de muerto. Su origen se relaciona con la gastronomía de las fechas de la religión católica de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos.
Una de las teorías sobre el origen del pan de muerto señala que los españoles sustituyeron los órganos humanos, que se extraían en rituales prehispánicos, por un pan de trigo que se cubría con azúcar pintado de rojo, simulando la sangre de una doncella.
De esta manera se vinculó con las tradiciones mexicanas, como lo es hoy en día el pan de muerto que se prepara de diferente manera en cada entidad, detalló Gourmet de México.
En Guerrero es redondo, como si fuera una dona, y va cubierto de azúcar rosa, su nombre es despeinada.
En la Ciudad de México, Chiapas, Oaxaca y el Estado de México se hacen las ánimas, panes en formas de humanos o de animales que se adornan con masas coloreadas.
En Oaxaca se acostumbra a hacer el pan de borrego, que tiene forma de este animal. La cabeza y las patas están hechas de azúcar. Igualmente, se prepara el pan bordado que se decora con masa pintada para simular las blusas bordadas de la región y lleva una cara de alfeñique.
En Michoacán se elaboran con harina de trigo, azúcar y sal, mientras que a otros se les agrega una cobertura de azúcar con colorante rosa. Los panes de muerto tienen formas humanas, de animales o flores.
Este tipo de pan hecho en Chiapas tiene la forma de una persona y adorna con masa color rojo, amarillo y verde. De igual manera, se puede preparar la hojaldra, otro pan que tiene manteca de cerdo para lograr que su textura sea más compacta y tenga un sabor diferente.
Además, con la pandemia de coronavirus este alimento también ha sido adaptado y en algunas regiones es posible encontrarlo hasta con cubrebocas.
El pan de muerto suele ser uno de los componentes importantes de las ofrendas que cada año se colocan a los difuntos, en su retorno transitorio al mundo de los vivos.
En estas ofrendan se colocan los alimentos que más les gustaban a los seres queridos que ya fallecieron, por si le es da hambre en su camino de regreso al Mictlán, el lugar del eterno reposo de los muertos.
También se cree que cuando se levanta la ofrenda y se comen esos alimentos ya no tienen sabor porque los difuntos se llevaron su esencia.
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