En México, sólo el 10 por ciento de la población controla la mitad del dinero
“El gobierno tiene consentidos fiscales y ahí están los resultados: una sociedad desigual”, asegura un especialista en el tema de pobreza, acusando que si los ricos pagaran los impuestos que les toca, dicha desigualdad se reduciría
Dentro de un contexto de bajo crecimiento, de no más de 2 por ciento, y baja movilidad social, diferentes especialistas en el tema de pobreza criticaron las facilidades que les dan a los empresarios mexicanos más ricos, como Carlos Slim (América Móvil), Germán Larrea (Grupo México) o Alberto Baillères (Palacio de Hierro), quienes pagan una tasa de Impuesto Sobre la Renta (ISR) de entre 3 y 13 por ciento en lugar del 30 por ciento que les corresponde como pequeñas y medianas empresas, lo cual permitiría una reducción en la desigualdad.
Esto contrasta con los empresarios más ricos de Nueva York, quienes están pidiendo al Estado que suba sus impuestos para ayudar a la sociedad con la construcción de mejores obras.
Dicho grupo está conformado por alrededor de 80 personas, en el que están George Soros, Steven Rockefeller y Abigail Disney, mandaron una carta a legisladores y al gobernador Andrew Cuomo, en donde aseguran que ellos y otros con ingresos altos deberían pagar más para financiar escuelas, carreteras, puentes y programas de ayuda a los pobres y sin techo del estado.
Por el contrario, en México diferentes especialistas consultados por el portal SinEmbargo, coincidieron que el bajo pago de ISR por parte de los empresarios nacionales es una consecuencia del neoliberalismo, el poder económico y político de los empresarios, que trabajan “en alianzas” mediante los consejos de administración de compañías, es mayor que el “sumiso” gobierno debido a “un pacto de impunidad” entre políticos y empresarios, y por un intercambio de favores entre ambos.
“En la cúspide del neoliberalismo el gran capital y empresas obtuvieron poder político con el económico y lograron tener un conjunto de gobiernos a modo, sumisos, complacientes y poco reguladores”, comentó el politólogo Juan Luis Hernández Avendaño de la Universidad Iberoamericana.
“El SAT debería publicar a quienes se condonan los impuestos. El gobierno tiene consentidos fiscales y ahí están los resultados: una sociedad desigual. Para que se mueva la estructura social mexicana, es fundamental que los super ricos de México no sólo paguen impuestos proporcionalmente a lo que concentran de riqueza, sino mover las variables laboral, salarial y la política”, acusó el analista.
Por su parte, el investigador Miguel Santiago Reyes Hernández comentó que si los 4 mil 200 grupos económicos –entre grandes corporaciones y bancos con sellos familiares– no fueran beneficiados por todos estos regímenes especiales, se recaudaría 1 billón de pesos adicional. “Lo cual no es poco” si se considera que por Impuesto Sobre la Renta se obtiene más de un billón 400 mil millones de pesos anuales.
“Si se tuviera un gasto efectivo de ese billón de pesos adicional, eso permitiría bajar 20 puntos el coeficiente de gini, un indicador de desigualdad que va entre 0 y 1 que mientras más cercano al cero es más equitativo. Actualmente es de 0.52 y estaría en 0.35, en niveles de Hungría o los países escandinavos. Habría recursos para seguridad social, educación, salud y obras de infraestructura”, afirmó el académico del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana.
Criticó que la riqueza de estos grupos aumentó de manera exponencial en los últimos 25 años gracias a que no sólo les perdonan los impuestos, sino también les dan “facilidades y favores” gubernamentales para ayudarles en su crecimiento y desarrollo.
Así, dichas firmas concentran el 60 por ciento del Producto Interno Bruto y casi el 50 por ciento de las exportaciones, documentó Reyes Hernández.
Destaca que en nuestro país, solamente 10 empresarios concentran una riqueza de 108 mil millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, mientras existen 64 millones de personas en situación de pobreza. Además, sobre sale que el 10 por ciento de la población, cerca de 12 millones de personas, tiene la mitad del ingreso nacional, por lo que el resto, el 90 por ciento, cerca de 108 millones de mexicanos, vive con la otra mitad de los recursos.
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