El IFE nació en el año de 1990, como resultado de las reformas realizadas a la Constitución en materia electoral. Fue un esfuerzo para contar con una institución imparcial que dotara de certeza y transparencia a los procesos electorales a nivel federal. Este organismo se diseñó con la finalidad de mitigar la desconfianza que los ciudadanos tenían en cómo se realizaban las elecciones en el país, sobre todo recordando la larga historia de procesos electorales sesgados, poco equitativos y nada transparentes que se vivieron por décadas en México.
Si observamos la serie histórica integrada por encuestas en vivienda realizadas por Parametría, la cual inició en el año 2002 observamos cómo el IFE era una de las instituciones que generaba más confianza en los mexicanos, cumplía con su razón de ser. El porcentaje de personas que dijo confiar en el órgano electoral encargado entre otras cosas de organizar y realizar las elecciones para presidente, osciló de 2002 a 2012 entre 48 % y 66 %. En este periodo de tiempo siempre fueron más las personas que dijeron tener “mucha” o “algo” de confianza en esta institución que aquellos que mencionaron tener “poco” o “nada”.
Sin embargo, observamos un cambio importante en el año 2013 y el primer semestre de 2014, en estas fechas, por primera vez más de la mitad de la población dijo desconfiar del Instituto Federal Electoral (51 % y 56 % respectivamente), en las encuestas realizadas en esos años fueron más los ciudadanos que mencionaron no confiar en el IFE que aquellos que dijeron sí hacerlo, algo que nunca antes se había presentado.
Fuente: Parametría
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