El picante es parte esencial de la cocina mexicana, pero ¿por qué lo disfrutamos tanto?
¿Tradición, adicción o presión social? Explicamos por qué somos fanáticos del chile en la comida
Arde, hace llorar, irrita el estómago y puede devenir en una gastritis crónica. Así y todo, y dejando de lado el famoso albur, los mexicanos amamos el chile, y parece que no podríamos vivir sin él. ¿Por qué nos gusta tanto? Tiene explicación.
Produce adicción
A nivel fisiológico, el causante de ese inexplicable gusto por el picante es la capsaicina, la sustancia activa del chile. Ésta estimula las neuronas sensoriales que regularmente responden al dolor.
“Dicha estimulación produce la liberación de opioides y endorfinas que neutralizan el dolor, detienen la liberación de la Sustancia P, neurotransmisor asociado con el dolor, y de esta forma se percibe una sensación de placer y de alguna forma un grado de adicción”, detalla Diana Lizárraga Chávez, Doctora y Maestra en ciencias por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional.
Es una tradición culinaria
La imagen del chile es todo un símbolo de la identidad nacional, cultura y tradición. Y no es para menos: vivimos en una región en donde se calcula que existen 100 tipos de chile diferentes.
De acuerdo con el artículo Chilli, la especia del Nuevo Mundo publicado en la revista Ciencias, de la Universidad Nacional Autónoma de México, el chile es una constante cultural en todos los pueblos mesoamericanos, debido a que pudo haber sido la primera especie domesticada de Mesoamérica, precediendo incluso al maíz y al frijol.
A donde fueres, haz lo que vieres
Desde que tenemos conciencia estamos expuestos al picante. Es el seno familiar el primer lugar en donde tenemos contacto con este alimento y comemos chile porque aprendimos a hacerlo de nuestros padres. Conforme pasa el tiempo continuamos ingiriéndolo porque la sociedad a la que pertenecemos así lo hace.
“Es parte de nuestra dieta y un condimento indispensable que encuentras en casi todas las cocinas. Comer picante es un hábito sociocultural. Incluso cuando viene un extranjero a México, parte de su integración es comer picante; es un intento de pertenecer a la sociedad a la que llega”, explica la psicóloga Elizabeth Pérez Jandette. A los extranjeros también les llama la atención que existan dulces con picantes para los niños.
na razón más para amar el chile
De acuerdo con el estudio European Journal of Pain, realizado por la European Pain Federation – EFIC, de los usos de la capsaicina han surgido aplicaciones clínicas, como los tratamientos para dolores reumáticos o rinitis no alérgicas.
Actualmente se destacan estudios en los que se demuestran los efectos analgésicos de los parches con capsaicina al 8%, específicamente en pacientes con dolor periférico neuropático. Estos parches disminuyen el tiempo de respuesta al tratamiento aliviando el dolor y mejorando la calidad de vida del paciente, al disminuir sus episodios de insomnio, depresión y fatiga secundarios a su enfermedad.
Fuente:Verne/Cultura Colectiva
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