Una proteína determinaría la orientación sexual
Una investigación publicada recientemente por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) asegura que el orden de nacimiento entre hermanos puede influir en las preferencias sexuales.
Anteriormente ya se había dado a conocer que varios estudios clínicos y psicológicos coinciden en que el orden de nacimiento también interviene en problemas salud, en el carácter y la personalidad.
El estudio más reciente, elaborado por investigadores de distintas universidades canadienses, señala que el hecho de que algunos hijos se inclinen por cierta orientación sexual se debe a una proteína que se dirige hacia el cromosoma “Y” del embrión, durante el periodo de gestación.
Algunas madres llegan a desarrollar ciertos anticuerpos contra dicha proteína, la cual juega un papel fundamental para el desarrollo del cerebro masculino, ocasionando una alteración en las estructuras cerebrales subyacentes a la orientación sexual del bebé.
Los investigadores partieron de la primicia de que los hombres homosexuales suelen tener más hermanos mayores que los heterosexuales, por lo que consideran que la madre pudo intervenir en el sistema inmunológico de los pequeños.
Los especialistas realizaron varias pruebas inmunológica de dos proteínas ligadas al cromosoma “Y”: la protocadrina 11 ligada a “Y” (PCDH11Y) y neuroligina 4 ligada a “Y” (NLGN4Y), mismas que se encargan de determinar el sexo masculino en el embrión y que le da forma a su cerebro.
Posteriormente, los investigadores analizaron a varias mujeres, la mayoría de ellas por lo menos tenía un hijo gay, lo que les permitió detectar determinados anticuerpos de proteínas masculinas.
Al final descubrieron que en las mujeres que tenían varios hijos, entre ellos un homosexual, los niveles de NLGN4Y eran significativamente altos en comparación con las madres de heterosexuales o que no tenían hijos varones.
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