Luis Mendoza, Valentín Elizalde, Sergio Vega y Sergio Gómez murieron de forma violenta
Los Zetas, El Cartel de Sinaloa, La Familia Michoacana son algunos de los grupos delictivos relacionados con estos homicidios
La cultura del narcorrido en México tiene su origen con “El Pablote”, un tema escrito en 1931 y dedicado a Pablo González, conocido como “El Rey de la Morfina”.
Aunque al inicio este género musical era más un lamento con moraleja, actualmente tienen como propósito celebrar las hazañas y matanzas de los jefes de los grupos criminales o bien enviar un mensaje a las bandas rivales.
De acuerdo con el autor del libro: “Cantar a los narcos: voces y versos del narcocorrido”, Juan Carlos Ramírez-Pimienta, el hecho de que alguien le cante a un capo puede interpretarse de varias maneras, la primera es que el criminal le ordene al músico componer el corrido o bien éste sea un regalo del cantante para reconocer al capo.
En los últimos años, en México algunos grupos musicales y cantantes han muerto por causas ligadas al narcotráfico y crimen organizado.
Tal es el caso Luis Mendoza, vocalista de la agrupación “Los Ronaldos”, quien murió luego de que un comando armado dispara 100 veces en contra de la camioneta en la que viajaba con su representante.
Otro caso es el del músico Alfredo Olivas, quien fue señalado de ser integrante de un grupo criminal que opera en Ciudad Obregón, Sonora. Presuntamente, junto con su padre “El Chapo Alfredo”, serían los responsables de la violencia que se vive en el región.
Debido a estos señalamientos, tanto el músico como su padre han sufrido varios atentados en su contra. Uno de ellos ocurrió en Zapopan, donde el padre del músico resultó herido.
Por su parte, Olivas fue baleado en la ciudad de Hidalgo de Parral, Chihuahua, mientras cantaba su éxito “Así es esto”.
Otro caso de muerte de músicos gruperos relacionados con el crimen organizado es el del famoso “Gallo de Oro”, Valentín Elizalde, quien a los 27 años fue asesinado en el 2006 junto a su representante Mario Mendoza y su chofer Raymundo Ballesteros.
Las autoridades responsabilizaron de la muerte del músico a Raúl Hernández Barrón, alias “El Flander I”, un exmilitar del Ejército Mexicano que trabajaba para Los Zetas, brazo armado del Cártel del Golfo.
Otras versiones señalan que Elizalde fue asesinado por cantar el tema “A mis enemigos” considerado como un mensaje de Joaquín “El Chapo” Guzmán, para los Zetas, según el sitio Infobae.
Del mismo modo, en el 2007, Sergio Gómez, vocalista de la agrupación musical “K-Paz de la Sierra” fue encontrado sin vida con signos de tortura en un paraje de Morelia, Michoacán.
De acuerdo con algunas versiones periodísticas, Gómez había recibido amenazas del cártel “La Familia Michoacana”. En aquella ocasión le advirtieron que no se presentara en la entidad, luego de que presuntamente había ofrecido un concierto privado a Los Zetas.
Cuatro años después se dio a conocer que Nazario Moreno González “El Chayo”, extinto líder de “La Familia Michoacana” fue quien ordenó el secuestro, tortura y ejecución del músico.
Para el año 2010, el cantante Sergio Vega, mejor conocido como “El Shaka” fue ejecutado en Sonora.
El 26 de junio de ese año, cuando Vega se dirigía a una presentación en Alhuey, un comando armado disparó en 30 ocasiones contra el vehículo en el que viajaba.
Otro caso que conmocionó al país ocurrió en el municipio de Hidalgo, en Nuevo León, donde los 18 integrantes de la agrupación Kombo Kolombiano fueron secuestrados durante un concierto privado que ofrecían a Los Zetas.
Las investigaciones señalan que “El Pichilo”, José Isidro Cruz Villarreal, jefe del cártel de Los Zetas en el norte de Nuevo León, fue quien ordenó el crimen en contra de los músicos en venganza por amenizar varios eventos en territorio controlado por sus rivales del Cártel del Golfo.
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