Alguna vez existió un país de autonomía pensante, con grandes personajes de admirable trayectoria e ideología motivante. En los inicios del siglo XXI, su pueblo implotando de coraje e indiferencia, soportó que los tres jinetes del apocalipsis mexicano: Política, Futbol y Televisión; fueran nuevamente, los escultores del pensamiento de una sociedad intelectualmente perezosa.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
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