La jueza desechó testigos clave de las víctimas y evidencias de los hechos
La familia teme que las irregularidades continúen y su caso sea uno más que es archivado
Uno de los tres presuntos feminicidas que hace tres años abusaron sexualmente y mataron a Fátima, una menor de 12 años, fue liberado.
Los homicidas la violaron en la zona boscosa de La Lupita Casas Viejas, Lerman. La puñalaron cerca de 90 veces, le abrieron los pechos, cortaron entrepiernas, dislocaron tobillos y muñecas, y le destrozaron la cabeza.
Los presuntos responsables fueron detenidos, pero hace una semana una jueza del Estado de México, liberó a uno de ellos, identificado como José Juan, pues argumentó falta de pruebas para sentenciarlo.
La jueza desechó testigos clave de las víctimas y evidencias de los hechos, denunció la familia.
Previo a su libertad, el acusado amenazó de muerte a Lorena, la madre de Fátima, quien tuvo que salir de su hogar y ahora vive en una casa de seguridad.
“No vamos a descansar hasta encontrar justicia para mi hija, ha sido una de los feminicidios más sangrientos en el estado, pero eso no le importó a la jueza y dejó libre a uno de los responsables, a otro lo dejaron ir días después de que los entregamos, no se vale”, reclamó la madre.
Lorena y Jesús, su cónyuge, recorrieron instancias para lograr una sentencia ejemplar, quería prisión vitalicia para los detenidos, sin embargo, pese a las reuniones con el Fiscal General de Justicia mexiquense, Alejandro Gómez Sánchez, la subprocuradora para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, Dilcya García Espinoza, entre otras instancias, José Juan fue absuelto de forma inmediata el 8 de junio.
La defensa aportó declaraciones de presuntos directivos de una escuela de la colonia San Mateo Nopala, en Naucalpan, y videos que atestiguaron que el detenido, el día 5 de febrero de 2015, cuando ocurrió el crimen, estaba en la institución.
Sin embargo la familia asegura que las imágenes eran borrosas, y no pierden la esperanza de que su caso sea revisado.
Lorena hace una llamado a las instituciones mexiquenses para reivindicarse: “Era alguien que no se metía con nadie, pero la destrozaron, no podía defenderse a pesar de que quería vivir, como dice la necropsia, a pesar de todo lo que le hicieron aún estaba con vida, hasta que le dejaron caer tres piedras de unos 35 kilos cada una, no es justo”.
La familia busca salir del país, debido a las amenazas, pero no tienen el apoyo de las autoridades, aunque antes de partir buscan que los responsables sean encarcelados, pero temen que las irregularidades continúen y su caso sea uno más que es archivado.
Fuente: A fondo Estado de México
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