En varios casos, los hombres ganan hasta 40 por ciento más que las mujeres
Activistas aseguran que todas las actividades que hacen las mujeres no solamente del trabajo en la casa, sino también cuidar a enfermos, padres, hijos y nietos
En México, la realidad financiera de las mujeres no es nada alentadora, ya que el trabajo que realizan en sus casas no es remunerado, sumado a la amplia brecha salarial que existe entre lo que reciben ellas y lo que reciben los hombres.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las labores que realizan las mujeres en sus hogares tienen un valor de 46 mil 400 pesos al año, un sueldo nada despreciable si se toma en cuenta que si se tratara de cualquier otro trabajo, significaría un sueldo mensual de 3 mil 950 pesos, por arriba del salario mínimo, que es de 2 mil 220.42 pesos.
Por ello, este trabajo del cual aparentemente la mujer no se puede separar, tiene un gran valor, que, para su estudio, los economistas llaman economía del cuidado.
“Esto se refiere a todas las actividades que hacen las mujeres, no solamente del trabajo en la casa, sino también cuidar a enfermos, padres, hijos y nietos”, informó Alicia Girón González, miembro del Alto Panel de Naciones Unidas para el Empoderamiento Económico de las Mujeres.
Según el Inegi, las actividades no remuneradas que llevaron a cabo las mujeres en el 2014 equivalieron al 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en México, un promedio que en otros países oscila entre 10 y 39 por ciento, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Estas labores van desde el cuidado de otras personas y la limpieza, hasta la preparación de alimentos, misma que representa la mayor carga de horas para las mujeres, dado que ocupa 33.2 por ciento del total de sus labores domésticas y de cuidados.
Esto se debe en parte a que “los lugares de trabajo normalmente no permiten compaginar la vida personal y familiar con los horarios y esquemas laborales”, informó María José Codesal, especialista en Divulgación de la Economía y las Finanzas, y quien además encabeza Lo que Gastamos las Mujeres, una página de internet de aprendizaje en finanzas personales con perspectiva de género.
“Nos enfrentamos a la disyuntiva de formar una familia o permanecer más tiempo en la fuerza laboral. Y peor, si tratamos de combinar las dos, pues nos sentimos completamente agotadas todo el tiempo”, señaló.
Otro de los grandes problemas que viven las mujeres en México es la brecha salarial.
La OCDE ha señalado que en México, los hombres ganan 18 por ciento más que las mujeres, cantidad que prácticamente se ha mantenido en la última década, sin embargo, existen estudios que apuntan que esto podría llegar hasta un 40 por ciento en puestos de alto mando.
Lo anterior llama la atención de la Asociación Mexicana de Mujeres Ejecutivas (AMME), que en 17 años se ha enfocado a buscar mejores herramientas para el empoderamiento femenino.
Durante estas casi dos décadas, la asociación ha podido identificar (además del pago no remunerado) “la brecha de salarios como una de las principales problemáticas para la mujer en el ámbito financiero así como el hecho de que no logran superar el nivel de mandos medios de las empresas y que la mayoría de las emprendedoras se encuentra en la economía informal”, comentó María Paula Calvo, presidenta de la Mesa Directiva de la AMME.
Por ello, informó que “a nivel internacional, a las mujeres en cierta medida les interesa ser empresarias o tienen proyectos productivos, pero, al solicitar acceso a préstamos, resulta que esos microcréditos tienen tasas de interés muy altas”.
Para finalizar, compartieron que se necesita de reformas a “las leyes actuales para que se eliminen los sesgos, como para el caso de las pensiones o las valoraciones de la regulación que certifica a las empresas en equidad de género”.
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