Antes de huir del país, el priísta había asegurado que se quedaría a enfrentar las acusaciones en su contra
Javier Duarte, quien actualmente está encarcelado en Guatemala, negó en diferentes ocasiones todos los crímenes por los cuales ahora está esperando ser extraditado a México
Por Juventino Montelongo
El pasado sábado 15 de abril el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, fue capturado después de más de 180 días de estar prófugo.
Su captura se dio gracias a un trabajo coordinado entre las autoridades de justicia de México y las de Guatemala, país donde fue detenido mientras se hospedaba en un hotel de lujo en el municipio de Panajachel, departamento de Sololá.
Sin embargo, antes de su huida, Duarte aseguraba que no tenía nada qué temer, que no huiría del estado o que los delincuentes podrían ser incluso los periodistas que lo acusaban de varios delitos.
El 12 de octubre de 2016, Javier Duarte anunció en el programa Despierta, de Carlos Loret de Mola, que saliendo de ahí pediría licencia como gobernador del estado para ser investigado por las autoridades.
Ahí, habló sobre las acusaciones que en ese entonces pesaban en su contra y las cuales negó categóricamente.
“Yo no he hecho nada de lo cual me pueda sentir avergonzado, no he hecho nada de lo que me pueda sentir temeroso”.
Después de que Loret de Mola le preguntó que si huiría del país, Duarte dijo muy seguro:
“Me quedo en Veracruz, no es un tema de huir (renunciar a su cargo), es para dar la cara, para enfrentar esta situación”.
Durante la misma entrevista, el exmandatario aseguró no haber robado ni un sólo peso del erario, a pesar de los mil 270 millones de pesos que se desviaron en su gobierno hacia empresas fantasma:
“El gobernador de Veracruz no ha tocado ni un sólo peso del erario público”.
En un evento en Boca del Río, entidad donde la joven Daphne fue violada por cuatro jóvenes, el entonces gobernador del estado le pidió a los medios de comunicación “olvidarse” del tema de la seguridad y enfocarse “a cosas positivas”, al asegurar que los índices delictivos habían bajado:
“Antes se hablaba de balaceras y asesinatos, de participación de la delincuencia organizada, y hoy hablamos de robos a negocios, de que se robaron un Frutsi y dos Pingüinos en el Oxxo”.
El 1 de julio de 2015, Duarte le dijo a un grupo de reporteros que muchos de ellos están relacionados con el crimen organizado.
En contraste, el durante su administración más de una docena de periodistas fueron asesinados: Anabel Flores Salazar, Rubén Espinosa, Juan Mendoza Delgado, Armando Saldaña Morales, Moisés Sánchez Cerezo, Octavio Rojas Hernández, Gregorio Jiménez de la Cruz, Sergio Landa Rosales, Miguel Morales Estrada, Víctor Manuel Báez, Guillermo Luna Varela, Gabriel Huge Córdova, Esteban Rodríguez Rodríguez, Ana Irasema Becerra Jiménez, Regina Martínez, Yolanda Ordaz de la Cruz, Misael López Solana, Miguel Ángel López Velasco y Noel López Olguín.
“Vamos a sacudir el árbol y se van a caer muchas manzanas podridas. Yo espero, verdaderamente se los digo de corazón, que ningún trabajador de los medios de comunicación se vea afectado por esta situación”.
El 28 de diciembre, después de que el panista Miguel Ángel Yunes señalara que atraparía a todos los “peces gordos” cuando llegara a la gubernatura del estado, Duarte se burló de él diciendo:
“A propósito, es el cumpleaños del senador Héctor Yunes Landa, y he escuchado y he leído en algunos medios de comunicación su afición por la pesca, así que me permito regalarle al senador Héctor Yunes Landa esta caña de pescar”.
El 7 de julio de 2013, cuando estaba en un desayuno con empresarios de la entidad, Javier Duarte trató de justificarse sobre la situación del estado, el cual vivía uno de los peores momentos en inseguridad y economía, señalando que “me ha tocado bailar con la más fea”.
Estas frases dan cuenta de la facilidad con la que el exgobernador mentía a los medios, ciudadanos, y en general a quien estuviera enfrente de él, lavándose las manos sobre la matanza de periodistas al acusarlos de estar relacionados con el crimen organizado, o negando los desvíos millonarios de dinero al señalar que él tenía las manos limpias y toda su fortuna era fruto de su trabajo.
Hoy, después de su detención en Guatemala, sabemos que todas estas declaraciones sólo son una pequeña muestra de la verdadera identidad de este político que se ha vuelto un estandarte de la corrupción en nuestro país.
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