A pesar de no seguir las leyes fue un hombre justo
Francisco Villa tenía treinta años cuando comenzó la Revolución mexicana y fue buscado por Abraham González para que se levantara en armas junto con el levantamiento maderista.
Villa admiraba a los maestros ya que no recibió una educación escolarizada y apenas podía leer.
Mejoró su habilidad para leer estando en la cárcel, de la cual escapó vestido de doctor. Ahí también aprendió sobre la historia de México y el Marxismo de lo que quiso aprender más por la forma en la que vivía la desigualdad social.
Nunca se enlistó para el ejército y sin embargo manejaba las estrategias militares y el uso de armas, además de que en algún momento fue propietario de dos aviones y una motocicleta Indian.
Pancho Villa odiaba el alcohol, por ello, condenó a muerte a diversos oficiales borrachos, a excepción de Rodolfo Fierro a quien respetaba por su astucia en la milicia. Se sabe que cuando la División del Norte triunfaba en los combates, lo primero que Pancho Villa ordenaba era que todo el alcohol de las cantinas se vaciara.
El jefe de la Revolución tenía una debilidad por las palanquetas de cacahuate y los espárragos en lata. Además de que le gustaba visitar un lugar conocido como Elite Confectionary, donde siempre pedía helados de vainilla cubierto con chocolate.
Su muerte generó un mito que muchos conocieron como el “tesoro de Villa”. De acuerdo con los rumores generados, Villa escondió en cajas de madera más de 7 millones que fueron codiciados por mucho tiempo y personas hicierone el intendto de buscarlas, uno de ellos fue un padre, que mandó a cerrar una iglesa por motivos de ‘reparaciones’, pero tiempo después, los residentes se dieron cuenta que el párroco mandó cavar un agujero para buscar el famoso tesosoro.
Antes de la batalla de Ojinaga, se escucharon rumores en medios estadounidenses que decían que Villa firmó un contrato cinematográfico con la productora Mutual Film Corporation. Tiempo después se confirmaron las sospechas por el New York Times que publicó: “El salvaje de Pancho Villa ha firmado un contrato para compartir ganancias con las imágenes de las batallas reales”.
En algún momento de su vida, Chihuahua fue gobernado por Villa y su primera acción al mando fue la construcción de 50 escuelas. Villa pidió entrevistarse con algunos maestros en su oficina por la noche y cuando las escuelas ya estaban activas visitó a los estudiantes y les pidió estudiar mucho para poder ser “hombres de bien”, luego les regaló 50 centavos a cada uno.
Villa conoció la Ciudad de México en 1912 en calidad de detenido por cargos como haber robado una yegua. Al final llegó a juicio acusado de “insubordinación, desobediencia y robo”, por lo que pasó unos meses en Lecumberri, después legó a Lecumberri, donde pidió por su absolución.
Carlos Jáuregui fue cómplice en su fuga, la que pudo lograr vestido de doctor para después dirigirse a Toluca.
A Villa también se le conoció por ser mujeriego y asesino, a pesar de ello, encabezó junto a Emiliano Zapata un movimiento con el que perseguían un ideal genuino por la igualdad social para ponerle fin a la explotación de los mexicanos.
Fuente: Cultura Colectiva
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