Especialistas estimaron que la demanda global de agua potable sobrepasará el suministro en 40 por ciento para el año 2030
A pesar de que el agua cubre 70 por ciento de la superficie del planeta Tierra, el agua dulce no es tan abundante como se piensa, ya que sólo representa 3 por ciento.
De acuerdo con una investigación de las 500 ciudades más grandes del mundo publicada en 2014, una de cada cuatro de esas urbes atraviesan por una situación de “estrés de agua”, lo que según Naciones Unidas sucede cuando los suministros anuales descienden por debajo de 1.700 metros cúbicos por persona.
Al respecto, especialistas respaldados por la ONU, estimaron que la demanda global de agua potable sobrepasará el suministro en 40 por ciento para el año 2030, gracias a una combinación de factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico.
Con base en dichas proyecciones, se alertó sobre las 11 ciudades con mayor probabilidad de quedarse sin agua en un futuro próximo.
En primer lugar se encuentra Sao Paulo, capital fianciera de Brasil, la cual cuenta con más de 21,7 millones de habitantes, quienes entre 2014 y 2017 se vieron afectados por una sequía, debido a que la capacidad de su principal embalse cayó por debajo de 4 por ciento.
La crisis llegó a tal punto que la ciudad tenía menos de 20 días de suministro de agua y la policía tenía que escoltar los camiones que transportaban este líquido para evitar los saqueos.
Aunque en 2016 se declaró que el problema había terminado, en enero de 2017 las reservas principales estaban 15 por ciento por debajo de lo esperado para esa época, poniendo una vez más en entredicho los suministros de agua.
En segundo lugar está Bangalore, en la India, que tras el auge de este lugar como un centro tecnológico mundial, las urbanizaciones están registrando un nuevo crecimiento.
Expertos señalaron que las anticuadas tuberías de esta urbe necesitan una urgente y total renovación: un informe del gobierno nacional encontró que más de la mitad del agua potable se desperdicia.
Además, India enfrenta un problema de contaminación de agua y las cosas en Bangalore no son diferentes: una investigación de los lagos de la ciudad descubrió que 85 por ciento de estos tenía agua que únicamente servía para irrigación y refrigeración industrial.
En tercer lugar está Pekín, debido a que en 2014, cada uno de los más de 20 millones de habitantes de esta ciudad recibieron sólo 145 metros cúbicos, y aunque China cuenta con el 20 por ciento de la población mundial, apenas tiene el 7 por ciento del agua potable global.
Un estudio de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, estimó que las reservas de ese país cayeron en un 13 por ciento entre 2000 y 2009.
En cuarto lugar se encuentra el Cairo, ya que actualmente el río Nilo atraviesa problemas, debido a que es la fuente de 97 por ciento del suministro de agua en Egipto, como también es el receptor de crecientes cantidades de desperdicios no tratados provenientes de la agricultura y las zonas residenciales.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, Egipto es uno de los países de ingresos medianos bajos con más alta tasa de muertes relacionadas a la contaminación de agua.
En quinto lugar está Yakarta, capital de Indonesia, y que enfrenta la amenaza creciente de la subida del nivel del mar.
En Yakarta el problema es grave por la acción humana directa, y que que menos de la mitad de los 10 millones de habitantes de la ciudad tienen acceso a la red de agua pública, la perforación ilegal de pozos está diezmando los acuíferos subterráneos, lo cuales están encogiéndose, literalmente.
En consecuencia, el 40 por ciento de Yakarta está bajo el nivel del mar, según las estimaciones del Banco Mundial.
A este problema se le añade que los acuíferos no se están rellenados a pesar de las fuertes precipitaciones porque la prevalencia del asfalto no permite que los campos abiertos absorban las lluvias.
En sexto lugar está Moscú, en donde una cuarta parte de las reservas de agua dulce del mundo están en Rusia, pero el país está plagado de problemas de contaminación causados por el legado industrial de la época soviética.
Es algo que específicamente atañe a Moscú, ya que en el lugar entre 35 por ciento y 60 por ciento de todas las reservas de agua potable no cumplen con los estándares sanitarios.
En séptimo lugar se encuentra Estambul,en donde han empezado a experimentar cortes de agua durante los meses más áridos.
Ésto debido a que, según cifras oficiales del gobierno de Turquía, el país técnicamente atraviesa un período de estrés de agua, ya que el suministro per cápita cayó por debajo de 1.700 metros cúbicos en 2016.
Sin embargo, fue desde 2014 cuando los niveles de los embalses de la ciudad se redujeron al 30% de su capacidad
En octavo lugar está Ciudad de México, en donde la escasez de agua no es nada nuevo para muchos de los 21 millones de habitantes de esta urbe.
Uno de cada cinco reciben apenas unas horas de agua del grifo y 20 por ciento tienen agua corriente durante sólo parte del día.
Cabe destacar que la capital mexicana importa hasta 40 por ciento de su agua de fuentes distantes, pero no cuenta con la infraestructura para el reciclaje de agua desperdiciada.
La pérdida de agua debido a problemas en el sistema de tuberías se estima en 40 por ciento.
En noveno lugar esta Londres, la cual sufre por las pocas precipitaciones anuales de unos 600 mm (menos que París y sólo la mitad de Nueva York) de la cual el 80 por ciento es para el consumo de los ríos.
La autoridad administrativa del Gran Londres aseguró que la ciudad está llegando casi al límite de su capacidad y probablemente tendrá problemas de suministro para 2025 y “seria escasez” para 2040.
En décimo lugar está Tokio, la capital japonesa, que aunque goza de unas precipitaciones anuales parecidas a las de Seattle, Estados Unidos, éstas sólo tienen lugar cuatro meses del año.
Por lo que esa agua debe ser recolectada pues una temporada lluviosa menos intensa podría generar sequía, debido a que sus más de 30 millones de habitantes dependen en un 70% del agua superficial (ríos, lagos o nieve derretida).
En décimo primer lugar se encuentra Miami, en el estado de Florida, que pese a que se encuentra entre los más lluviosos en Estados Unidos, el agua del océano Atlántico ha contaminado el acuífero de Vizcaya, la principal fuente de agua dulce de la ciudad.
Aunque el problema se detectó en los años 30 del siglo pasado, el agua salada todavía se filtra, particularmente porque en esa ciudad estadounidense el nivel del mar está subiendo más de lo esperado.
Con información de BBC
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