Un libro del llamado destroyer de la literatura mexicana
Crónica de los días bajo el gobierno de Humberto Moreira, las balaceras y matanzas del narcotráfico y la verdadera vida que se vive en el norte después de que se acaba la fiesta
Por Juventino Montelongo
A principios de este mes, el exgobernador de Coahuila y expresidente nacional del PRI Humberto Moreira fue evaluado mentalmente como parte de un proceso que él mismo comenzó contra el periodista Sergio Aguayo.
El priísta estuvo preso en España acusado de lavado de dinero, asociación delictuosa —con el cártel de Los Zetas—, malversación de fondos y soborno. A pesar de que salió de la cárcel, en Estados Unidos aún se le investiga por varios de estos delitos.
Por ello, el periodista escribió que el político tenía “hedor corrupto” y que había sido “omiso ante terribles violaciones a los derechos humanos en Coahuila”.
El exgobernador se ofendió e incluso arremetió contra Aguayo, acusándolo de que tenía ideas preconcebidas contra él y lo obligó a someterse a una prueba psicológica que se le regresó en la cara.
¿Qué tanto hicieron Los Zetas cuando Moreira fue gobernador del estado? ¿Hubo violaciones a los derechos humanos, como dice Aguayo?
Carlos Velázquez escribe sobre la vida en esa parte de México durante el gobierno de Humberto Moreira en El karma de vivir al norte.
Muertos tirados a media calle como periódicos viejos, retenes con soldados en cada semáforo, balaceras a plena luz del día y muchísimo calor y cerveza. El norte pues. Ese que la guerra contra el narco hizo más caluroso y violento.
En una ciudad con 100 años de historia parecería que la vida misma va empezando, pero en Torreón, durante 2012, todo señalaba a que el fin del mundo comenzaría por esa ciudad en medio de un calorón o una balacera, o ambas cosas.
Cual borracho pedero con micrófono invisible, Velázquez va narrando su miedo a vivir en una ciudad donde la muerte ni siquiera se esmera en buscar un motivo para tirarte en medio de una calle o echarte boca abajo en una cantina, donde tu hijo de cinco años ya sabe qué es un enfrentamiento armado y los yonquis de la colonia robaron tu casa un par de ocasiones.
¿Cómo es vivir en el norte? Más allá de la pura fiesta, entre cocaína y mujeres altas, está el narcotráfico, el calor y la soledad de una ciudad dura, encabronada y borracha. Ir diario a la oficina con 44 grados de calor y con el miedo a que un buchón te mate hace que el norte que muchos creen exótico se vuelva insoportable y arduo para vivir.
Harto, Velázquez no pierde nada en su escritura al llevarte a un ritmo acelerado, corre de una cantina a otra y te lleva de la mano a una pelea en el estadio del Santos, mientras va retratando el lado under de lo que tú tal vez creías del norte.
Publicado por Sexto Piso hace cuatro años, El karma de vivir al norte bien podría funcionar como un referente de la violencia heredada del panismo y vuelta a pavimentar por los gobiernos del PRI, donde a pesar de que al gobernador de un estado lo relacionen con el cártel de Los Zetas, se puede dar el lujo de acusar a los demás de mentirosos.
Carlos Velázquez
Editorial Sexto Piso
$270
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