Esta semana, Grecia se ha convertido en la primera economía desarrollada en no pagar su deuda ante el FMI. Con la bolsa y los bancos cerrados y el límite de retiro de dinero en 60 euros diarios, el país y el mundo está n a la espera de los resultados del referéndum previsto para mañana 5 de julio. En la consulta nacional, los griegos decidirán el futuro de su país votando sobre el programa de rescate propuesto por los acreedores. Ante la incertidumbre, te presentamos una lista de los mitos que han circulado al respecto, basada en un artículo publicado por el diario the Independent
1.- El Grexit es inevitable
A pesar de que la situación actual es difícil la salida de Grecia del euro todavía no es una certeza. Desde el punto de vista legal, el impago griego no conlleva la automática expulsión de la eurozona. El pasado mes de abril, el presidente del BCE, Víctor Constancio, señaló que estaba convencido de que el “Grexit” no sería una consecuencia del impago, añadiendo que el tratado no prevé que un país pueda ser formalmente y legalmente expulsado del euro.
2.- Grecia es el único culpable de la crisis por la deuda
Igual de vulnerable ante las fuerzas de mercado como cualquier otro país en la economía mundial, Grecia fue dañada por la crisis financiera global de 2008. No obstante, aunque los rescates del FMI y otras organizaciones de la Troika salvaron al país de la catástrofe a corto plazo, una serie de juicios erróneos, desde la no reestructuración de la deuda griega hasta los recortes impuestos al presupuesto del sector público, hicieron casi inevitable el impago.
3.- Salir de la eurozona resultaría catástrofico para Grecia
Una de las maneras más fáciles para que una nación gane competitividad internacional es a través de la devaluación de su moneda, y es exactamente lo que ocurriría si Grecia vuelve a adoptar el dracma. Mientras los artículos de consumo caros podrían aumentar su precio aún más, los alimentos y productos básicos perderían valor
4. El Grexit sería perjudicial para los países de la eurozona
Los interconectados e interdependientes miembros de la eurozona temen que la salida de Grecia pueda afectarlos también a ellos. A estos temores no les falta fundamento, y las perturbaciones fiscales podrían ser una realidad en el futuro próximo. No obstante, según el economista en jefe del FMI, Olivier Blanchard, el euro también podría reforzarse por el ‘Grexit’. “Si esto pasara, creo que la mejor manera de tranquilizar a los mercados y avanzar es, de hecho, ir más allá, utilizar la oportunidad para seguir adelante en términos de la unión fiscal y política. Claramente, este sería el momento adecuado para hacerlo”, ha expresado Blanchard.
5.- La crisis griega no afectará a México
A pesar de que Videgaray afirma que México tiene sus finanzas ordenadas, la crisis griega sí afecta la economía del país. La reacción de los mercados mundiales ha sido una caída generalizada de las bolsas europeas y también de la bolsa estadounidense, caídas de 2 a 3% en Estados Unidos y en Europa de alrededor de 5%, dependiendo de la Bolsa en la zona Euro, principalmente en las grandes como las de Alemania, Francia, España e Italia. También se observa que los precios de los bonos europeos del país más seguro como Alemania han caído. Los bonos griegos han caído mucho más. Esto hace que el diferencial de las tasas que los inversores exigen por los bonos griegos sobre los alemanes haya crecido. Las caídas bursátiles y de los precios de los bonos generan un ambiente de desconfianza y adversión al riesgo. El sentimiento es contagioso y aquí es donde la ciencia económica falla, porque los mercados se mueven por psicología de masas. En los mercados financieros cuando los mercados se caen, la demanda cae y se retrae, y cuando los mercados suben, la demanda se fortalece. Por lo tanto, por más que México tenga cuantiosas reservas en sus arcas y nulo comercio con Grecia, si el país heleno genera miedos en los inversores, ese miedo afectará a México al menos en las tres variables financieras más conocidas. En primer lugar, el dólar americano se ha fortalecido, no solo contra el euro sino contra todas las monedas. Lo ha hecho contra el peso chileno, el peso colombiano, el rublo ruso, es decir, se ha fortalecido con las monedas emergentes y también lo ha hecho con el peso mexicano. La moneda mexicana es una de la más liquidas y negociadas del mercado emergente con menor intervención, con libre flotación y es la moneda elegida por muchos inversores latinoamericanos para cubrirse en momentos de crisis y de miedos. Esto ya se ha notado la semana pasada cuando el precio del dólar interbancario promediaba 15.35-15.40 pesos. Al cierre de edición alcanzaba los 15.80 pesos, nuevos máximos históricos del dólar contra el peso en términos nominales sin ajuste por inflación. Aquí es donde más se sentirán los miedos que pueden producir los mercados por una crisis griega. Mantenemos nuestra proyección a 16.30-16.40 pesos en camino de nuestro objetivo anual para 17-17.50 pesos. El contagio del negativismo puede llevar a generar fuertes compras de dólares por los participantes y empujar las cotizaciones hacia dichos objetivos. Con respecto a las tasas de interés que rinden los bonos mexicanos, México por su calificación crediticia está muy lejos de Grecia, pero no tan lejos de Alemania y si los bonos alemanes se caen, pueden contagiar para que haya una fuerte venta de bonos y las tasas se terminen empujando para arriba. El bono más emblemático de México, el bono M24, tiene una gran zona de resistencia en 6.25-6.30. Si la tasa supera ese nivel, las coberturas deberían hacerse, porque el contagio llevará la tasa hacia arriba independientemente que México tenga sus finanzas ordenadas y sus arcas llenas de reservas para hacer frente a sus obligaciones con los acreedores. La bolsa mexicana de valores también puede afectarse porque si Wall Street utiliza Grecia como excusa para el ajuste que proyectamos de un 15%. Eso también afectará al índice IPC, aunque nuestra visión es que afectará más al EWW el ETF.
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