“La violencia está normalizada en la TV (…) se perpetúa y refuerza”
El psicólogo César Galicia nos da a conocer cómo se genera la ideología machista gracias a casi todos los medios de comunicación en México
Por Juventino Montelongo
La televisión, usada durante décadas como segunda escuela de los mexicanos, se dedica a moldear la forma de pensar desde la trinchera del consumo en masa.
Telenovelas, noticieros, programas matutinos, sabatinos y dominicales, y un par de etcéteras más, han hecho, como se sabe, que nuestra visión sobre la realidad se acorte, edite o monte, de acuerdo con los intereses gubernamentales o empresariales, y rara vez, la de nosotros mismos.
Nadie va a descubrir, como algún mal maestro de Ciencias de la Comunicación querría, los hilos negros que acusan a Televisa de manipular a la opinión pública, favorecer la imagen de tal o cual político o que los contenidos de la televisión mexicana en general sean misóginos, eso ya está más que entendido.
Temas recurrentes en los programas de televisión, como la misoginia, que por lo viejos parecerían normales, son en realidad el nido de crímenes como los acoso, violación y violencia generalizada hacia las mujeres.
Existen casos como el de la conductora televisiva, Tania Reza, a quien un compañero suyo le tocó un seno durante un programa, transmitido por un canal de Televisa en Ciudad Juárez, Chihuahua. Un ejemplo de acoso sexual documentado en vivo por la televisora.
La normalización de la violencia
El psicólogo, César Galicia asegura que existe una normalización de la violencia en la televisión nacional.
“La violencia de género es súper común. Por ejemplo: no es nada raro ver que en telenovelas la celotipia, el acoso o los micromachismos son tomados como pilares esenciales para mover la historia, muchas veces terminando en situaciones que culpan a las mujeres de lo que pueda pasarles”.
Galicia dice que además, cuando se intenta hacer un contenido nuevo, como en el caso del servicio de video bajo demanda que ofrece Blim, cuyo dueño es Televisa, este tipo de situaciones se presenta tal cual en la televisora.
“Apenas vi un cartel de una serie que hablaba sobre alguien que, con aparentes poderes mentales, levantaba la falda de una chica: un acto imaginario de violencia y de acoso. Hay excepciones, claro, pero lo normal es que no sea así”.
Cuestionado sobre las consecuencias genera que las mujeres sean vistas como objetos, el especialista señala:
“La televisión juega un rol importantísimo en la educación de roles sociales y estereotipos de género, clase, raza, etc. Por lo tanto, si la violencia está normalizada en la TV, ocurren dos cosas: por un lado, se reafirma ese modelo y, por otro, se educan a las personas que lo observen. Es decir: se perpetúa y refuerza la violencia”.
¿Qué otras formas no tan comunes son utilizadas para la agresión?
“Hay un concepto muy interesante que se conoce como micromachismos y que se refiere a expresiones sutiles que muchos hombres tenemos que caen en violencia. Es decir: son ‘micro’ no por pequeñas, sino por invisibles. Estas expresiones o comportamientos suelen ser variados: acoso disfrazado de piropos, aconsejar de forma condescendiente, promover estereotipos de género, auxiliar porque creemos que una mujer no puede realizar las cosas por sí misma, etc”.
La televisión mexicana ha sido una segunda escuela para los mexicanos, “educando” a la gente sobre temas políticos, religiosos y sexuales. Además de ella, ¿qué otros medios se han vuelto un aliado para la visión machista?
“Todos. El machismo está normalizado en todos los medios. Aunque hay excepciones (y estas excepciones suelen ser raras y relativamente recientes), casi en todos los medios de comunicación hay productos machistas. Compara, por ejemplo, la cantidad de películas de acción que promueven estereotipos de género con, no sé, Mad Max“.
¿Crees que la violencia en México hacia las mujeres es igual que en otros países? ¿Eso tiene que ver con la idiosincrasia del mexicano?
“La violencia en México es mucho mayor y mucho más normalizada que en otros países, esto es corroborado por la cantidad de feminicidios, transfeminicidios, testimonios de acoso y denuncias de abuso sexual que hay. La idiosincrasia del mexicano (si es que podemos hablar de ella, porque, vaya, hablar de ‘lo mexicano’ es otro tema, pero bueno) es profundamente machista”.
Sé parte de la conversación