No es casualidad que a partir de que México adoptó el Neoliberalismo como política económica para el desarrollo de la nación, brotaron multimillonarios y la pobreza aumentó.
El Senado de la República decidió hacer entrega de la medalla Belisario Domínguez al multimillonario Alberto Baillères, segundo hombre más rico de México según Forbes. En tiempos de Adolfo Ruiz Cortines se instauró la entrega de dicha medalla de honor, “para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad.”
Alberto Baillères es dueño de Grupo Bal, conglomerado empresarial que agrupa a las mineras Industria Peñoles y Fresnillo, GNP Seguros, Afore Profuturo, Médica Móvil, la casa de bolsa Valores Mexicanos, las financieras Valmex y Crédito Afianzador y la más conocida de todas, la tienda departamental El Palacio de Hierro. Claramente Baillères no cumple con el perfil requerido para dicha medalla. No sirve a la Patria, se sirve de la Patria.
Como si no fuera suficiente, Baillères también incursionó en la industria petrolera mediante Petrobal, empresa a la que “casualmente” le fue asignado el bloque cuatro de la segunda licitación de la ronda uno de la privatización del petróleo mexicano.
Es inconcebible que la fortuna de 18 mil millones de dólares de Baillères sean producto del sudor de su frente. Más parece que ha construido esa fortuna por corrupción y no por talento. Así como la privatización de Telmex en gran medida llevó a Carlos Slim a ser considerado el hombre más rico del planeta, el caso de Baillères no es muy distinto.
Cabe recordar que el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuna del neoliberalismo en México, también es propiedad de Baillères. La calidad académica de dicha universidad no está en duda pero es una hecho que muchos funcionarios públicos egresados de esta universidad son un lastre para el país.
Según Oxfam-México, 80 personas en el mundo poseen la riqueza de la mitad de la población mundial. Mientras tanto en México, el 10% más rico del país concentra 64.4% de la riqueza nacional. El Producto Interno Bruto per cápita crece a menos del 1% anual mientras que la fortuna de los 16 mexicanos más ricos se multiplica por cinco. Actualmente México cuenta con 53 millones de pobres, casi la mitad de la población total del país mientras que Alberto Baillères en menos de 15 años multiplicó su fortuna personal de mil 200 a 18 mil 200 millones de dólares.
La distribución de la riqueza sigue siendo el reto más grande para todo economista egresado de cualquier universidad pública o privada. Es urgente un compromiso ético y social de todo estudiante para que esto cambie.
A Belisario Domínguez lo mataron por confrontar al poder y antes de idolatrar magnates corruptos y soñar con ser de alcurnia, hay que bajarse de la nube y entender que sistemáticamente la clase media está más cerca de la pobreza que de la riqueza.
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