Existen más de 500 recetas de tamales diferentes en todo el país. Su clasificación va desde la preparación de la masa, los ingredientes y el motivo por el que son elaborados
El famoso envoltorio a base de maíz, carne, queso, salsa y otros ingredientes, data desde las culturas mesoamericanas
EL ORIGEN DEL TAMAL
El origen del tamal, el famoso envoltorio a base de maíz, carne, queso, salsa y otros ingredientes, data desde las culturas mesoamericanas.
De acuerdo con la maestra Beatriz Ramírez Woolrich, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, el tamal es el resultado de la mezcla de varios granos como el extinto teozintle y el maíz.
El maíz data de hace 4 mil años y luego de una serie de modificaciones para su cultivo, ya existe tal y como lo conocemos utilizándolo en palomitas, tortillas, tamales, bebidas fermentadas y fortificadas con cacao.
Los tamales son utilizados como ofrenda para agradecer a los dioses por la fertilidad de la tierra, en eventos sociales y como alimento para los muertos.
El tamal prehispánico era probablemente más firme y apelmazado, con verduras como calabaza, chile y maíz, pero sin la grasa y la carne, menos rico en sabor aunque más saludable.
¿CUÁLES SON SUS INGREDIENTES PRINCIPALES?
El tamal es un producto comestible en el que debe estar presente el maíz como ingrediente principal, pero ¿todo envoltorio de comida en hoja de maíz es un tamal?, aquí nos lo aclaran.
De acuerdo con el chef Ricardo Muñoz Zurita, reconocido escritor gastronómico, autor del Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana (Clío, 2000). Un tamal debe cumplir cuatro elementos principalmente: ser un envuelto, llevar masa (no necesariamente de maíz), relleno proteínico y salsa.
¿CUÁNTOS TIPOS DE TAMALES EXISTEN?
De acuerdo con la maestra Beatriz Ramírez Woolrich, mejor conocida como “tamolóloga”, es posible ubicar 500 recetas de tamales en todo el país, de las cuales derivan unas 3 mil o 4 mil preparaciones, según costumbres familiares, invenciones y adaptaciones.
Además de las populares recetas de nuevas creaciones de las diferentes escuelas gastronómicas del país.
CADA LUGAR, UNA RECETA
Sin duda cada región del país tiene sus recetas originales para hacer los tamales, que se distinguen hasta por el tipo de masa que utilizan en cada envoltorio.
Por ejemplo “en la península de Yucatán hay dos variantes de masa: la sancochada sin cal, que sólo se hierve en agua, y la masa colada, que ofrece una textura fina y suave. Se hace a partir de la sancochada, que luego de molida se vuelve a pasar por agua, con lo que se extrae el almidón, para volver a cocinar y finalmente colar”.
Mientras que en la Huasteca, el platillo tamalero por excelencia es el zacahuil, el tamal más grande que existe. Un envoltorio de maíz relleno de diversos tipos de carne, chile y cocido en horno de leña.
En Chiapas, para las mejores fiestas se preparan tamales exclusivamente envueltos con hojas de plátano se rellenan con un mole de elaboración compleja (lleva aceitunas, ciruela pasa, pimiento morrón, almendras, res o cerdo; todos ellos, ingredientes de origen europeo). Se les incluye también huevo y chipilín (el quelite local). Desde el punto de vista de ambos expertos, este es el tamal más importante por su rica mezcla de influencias culinarias, delicioso sabor y compleja elaboración. ”
La Ciudad de México se convierte en un punto de reunión de mezclas gastronómicas, con el tradicional carrito mañanero que grita con su altavoz: tamales rojos, verdes, de mole y de dulce; que acompañados de un bolillo crujiente forman la bien llamada “guajolota”.
¿QUIÉN CONSUME TAMALES?
Los tamales se pueden clasificar de acuerdo a las hojas, por el tipo de masa, de relleno, o mejor, por el tipo de celebración para el que son creados, unas religiosas, otras paganas.
El delicioso envoltorio de maíz es indispensable en las celebraciones de todos los mexicanos, son perfectos para el antojo rápido, son prácticos y muy llenadores.
El precio de un tamal es accesible, lo consumen desde los más chiquitos hasta los más grandes, ricos, pobres, universitarios, oficinistas y todos aquellos que deseen cargar energía por la mañana o cenar delicioso.
El tamal no hace distinción de razas ni estatus económico, es el alimento predilecto de los mexicanos.
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