Sebastian Copeland, fotógrafo y activista medioambiental, tomó esta fotografía de un oso polar muerto en el norte de Nunavut, en el Ártico Canadiense. El oso parecía haber muerto por inanición.
Se cree que el animal tenía unos dos años, por lo que la muerte por enfermedad es bastante improbable. Tampoco mostraba heridas visibles y había signos de diarrea. Los inuits que habitan en esa zona han notado en los últimos tiempos que una gran cantidad de osos polares han migrado de la zona.
El aumento de temperaturas ha provocado una disminución de la capa de hielo que está afectando a las reservas de comida del Ártico. Esto hace que cada vez más osos polares se encuentren al borde de la muerte.
El profesor de la Universidad de Alberta, Andrew Derocher, establece la muerte por inanición como uno de los motivos del descenso de población de esos polares.
“ La inanición es uno de los dos mecanismos que hacen que la cantidad de osos polares disminuya. Menos hielo hace que los osos sean menos capaces de obtener la energía necesaria para sobrevivir en los periodos en los que no tienen acceso a presas. La segunda causa de descenso de población está relacionada con el bajo éxito reproductivo. Cuando juntas ambos factores se produce el descenso del tamaño de la población de osos que hemos ido viendo en las últimas épocas”, explica Derocher.
Mientras tanto, varios estudios determinan que el Ártico se quedará sin hielo en los próximos 40 años como resultado del calentamiento global.
Según el ganador del Premio Nobel de la Paz, el profesor Oler Anisimov, el aumento de las temperaturas en el ártico se está produciendo a una velocidad cuatro veces superior que en el resto del planeta. Eso significa que para 2050 en el polo norte no habrá nada más que pedazos de hielo flotando en el mar.
“¿Cuántos osos polares muertos harán falta para darnos cuenta de que nos estamos cargando el planeta?”
Fuente: Playground magazine
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