Hace un año, la economía rusa crecía alrededor de un 1.5% y el presidente, Vladimir Putin, se preparaba para ser anfitrión de las Olimpiadas de Invierno en Sochi.
Avancemos 12 meses: Moscú trata de impedir que una crisis monetaria termine en catástrofe y se aísle más que en cualquier otro momento de los últimos 25 años.
La crisis representa un gran riesgo para los bancos occidentales y las empresas que hacen negocios con Rusia.
¿Cómo llegamos a esto?
Cimientos frágiles: Los pronósticos sobre el crecimiento de Rusia se modificaron a la baja mucho antes de que la crisis de Ucrania hiciera huir a los inversionistas.
Putin dejó que la economía rusa dependiera excesivamente de las exportaciones de petróleo y gas. En general se ha hecho caso omiso de los llamados a reducir la intervención gubernamental en la economía, combatir la corrupción y estimular la inversión local.
Intervención en Ucrania: La decisión de Rusia de respaldar a los separatistas luego del derrocamiento del gobierno pro-Rusia de Ucrania preocupó a los mercados antes de que Rusia se anexara formalmente a Crimea en marzo de 2014.
A causa de las crecientes tensiones entre el gobierno ruso y Occidente, el rublo y el mercado de valores ruso cayeron a finales de enero. La fuga de capitales se aceleró.
Los actos de Occidente: Tras varios meses de sanciones mayormente simbólicas en contra de los funcionarios rusos (entre ellas el congelamiento de bienes y las restricciones a los viajes), Estados Unidos, y luego Europa, se vieron obligados a tomar medidas serias en junio por el derribo de un avión comercial malasio en el este de Ucrania; el accidente se atribuyó a que el gobierno ruso seguía respaldando a los rebeldes.
Tomaron medidas para evitar que los mayores bancos y empresas de Rusia recaudaran fondos en Occidente e impusieron restricciones a los sectores clave de la energía y la producción de armas.
Rusia responde: El gobierno ruso reaccionó prohibiendo la importación de varios alimentos procedentes de Europa y Estados Unidos. Eso afectó a los exportadores europeos de alimentos y propinó otro golpe a los inversionistas.
Sin embargo, la medida también provocó que los precios de los alimentos subieran en Rusia, por lo que se agravó la inflación que ya estaba creciendo por la devaluación del rublo.
Caída del precio del petróleo: Casi al mismo tiempo, los precios mundiales de los energéticos empezaron a caer, con lo que terminó de crearse la tormenta perfecta para Rusia.
La caída de los precios del petróleo se aceleró en noviembre, cuando la OPEP decidió no reducir su meta de producción. Suponiendo que los precios se mantengan en el nivel actual (y eso no es seguro para nada), la economía de Rusia se contraerá alrededor de un 5% en 2015.
Eso es tan malo como durante la crisis económica de ese país en 1998.
Tomado de CNN
Sé parte de la conversación