Ningún presidente de partido político y sólo un tercio de mandatarios estatales han presentado sus declaraciones patrimoniales, de intereses y de impuestos.
Los líderes políticos del país, en lugar de ser ejemplo de transparencia, se convierten en obstáculo para la rendición de cuentas. Presidentes de partidos, coordinadores parlamentarios y gobernadores estatales rechazan la oportunidad histórica de exponer a la vista de todos los ciudadanos sus declaraciones patrimonial, de intereses y de impuestos.
Ejemplo de lo anterior es el ejercicio ciudadano promovido por organizaciones de la sociedad civil como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Transparencia Mexicana, el llamado 3 de 3, el cual reúne en un solo sitio web toda la información sobre las declaraciones patrimonial, de intereses y de impuestos de funcionarios y personas de interés público, que se sumen a la iniciativa de forma voluntaria.
Si las cabezas políticas se resisten a la transparencia, la clase política en general copia el modelo y pone distintas trabas a exponer públicamente a la ciudadanía información elemental sobre el origen de su riqueza, con lo cual abona a la crisis de credibilidad e incrementa su alejamiento con la sociedad.
En este sentido, solo el diez por ciento de los 500 diputados federales y de los 128 senadores han hecho públicas sus tres declaraciones.
Fuente: Sin Embargo
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