¿Una supernova? ¿Un cometa? ¿Una conjunción de planetas?
¿Puede la ciencia explicar el misterio de la estrella de Belén? o ¿puede comprobar que no haya existido tal fenómeno?
La existencia de una estrella guiando a los Reyes Magos hacia el lugar donde nacería el Mesías es tan fascinate como increíble y la ciencia ha intentado explicar este misterio cientos de veces. Una estrella, un cometa, un planeta o una alineación de varios, las explicaciones que se han dado son muchas.
No pudo ser una supernova
Astrónomos antiguos como los chinos registraban cautelosamente estos eventos y no cuentan con ningún registro de una supernova en la época en que nació Jesús.
Por otra parte, los remanentes de supernova son radiofuentes que sobresalen tanto que ayudan a aventurar cuánto tiempo hace desde que el evento tuvo lugar. No hay tales restos visibles de hace 2 mil años.
La astronomía puede asegurar que la estrella de Belén no fue una supernova.
¿Un cometa?Es improbable
Los cometas son, en su mayoría, impredecibles. Los que pueden predecirse, como el cometa Halley son famosos por su rareza.
Es posible que hubiera un brillante cometa en el momento en que nació Jesús.
Pero que la estrella de Belén haya sido un cometa es improbable puesto que en los tiempos antiguos los cometas eran interpretados por todos como signos de fatalidad, y no de un suceso feliz como lo es el nacimiento de un rey.
Conjunciones de planetas brillantes… Posiblemente
El astrónomo del siglo XVII Johannes Kepler usó su nueva teoría de las órbitas planetarias elípticas para calcular que hubo una serie de conjunciones de Júpiter y Saturno en el año 7 a.C.
La alineación fue posible porque los planetas se levantaran con el Sol, lo que se conoce como “orto helíaco”.
Molnar halló una agrupación de planetas con estas características en la constelación de Aries (asociada a Judea) a finales de marzo del año 6 a.C., y otra vez en abril.
Y ese es el año que los historiadores han identificado como el más probable del nacimiento de Jesús. En realidad tal evento realmente ocurrió en el cielo por el tiempo en que Jesús pudo haber nacido.
Finalmente hay que dejar en claro que la astronomía falla al intentar explicar la estrella de Belén, no por no contar con una respuesta, sino por tener demasiadas conclusiones posibles.
Lee el texto completo en BBC Mundo
Sé parte de la conversación