El diputado independiente abordó las últimas visitas del presidente a varios estados
“Todos los días se levanta servido por cientos de colaboradores que le dicen lo bien que va todo y que, en todo caso, los negros en el arroz se deben a Trump, al populismo”, señaló Kumamoto respecto a Peña Nieto
El diputado independiente Pedro Kumamoto habló de los spots que el presidente Enrique Peña Nieto comenzó a grabar en varios estados de la República durante la última entrega de su columna Plaza Viva, publicada en el portal de noticias Nación 321.
En ella abordó la visita del presidente a Guadalajara, Jalisco, de donde es originario. La cual estuvo resguardada por camionetas militares que se apostaron por toda la zona centro, mientras agentes de tránsito se aseguraban que Peña no sufriera por el tráfico de la ciudad.
“Llevamos un par de meses viendo que Peña deja de apegarse a los discursos escritos. En esos momentos en los que improvisa su discurso y nos muestra hermosas postales en donde el país se encuentra estable, próspero y seguro”, escribió el impulsor de la iniciativa Sin voto no hay dinero.
“Un país donde las banquetas lucen limpias, los semáforos están coordinados, donde nunca te roban la cartera y donde los baches son historia”.
Kumamoto aprovechó para recordar que en los momento en los cuales el presidente no tiene un guión de por medio, quiere que los periodistas le aplaudan al finalizar sus discursos, que la oposición imagine que en realidad la crisis está en la cabeza de los mexicanos y que el espionaje sin una orden judicial es de lo más normal.
“Esto me hace sentido, pues Peña Nieto vive en el país de las maravillas”, señaló el independiente. “Todos los días se levanta servido por cientos de colaboradores que le dicen lo bien que va todo y que, en todo caso, los negros en el arroz se deben a Trump, al populismo, al crimen organizado y a la reina de corazones, pero nada que él deba asumir o resarcir”.
Así, Pedro Kumamoto, quien anteriormente escribía una columna para el periódico capitalino Máspormás, lanza una serie de preguntas: “¿cómo puede uno estar triste si sus más cercanos han sido bien apapachados durante estos años? ¿Cómo enojarse con la vida cuando la buena fortuna le sonríe a tu primo, tu esposa, tus contratistas consentidos, tu partido, tu tío, a tus amigos gobernadores, tus secretarios, todos en bonanza, impunes y sonrientes?”.
Con esto en mente, asegura que no es de sorprender que exista un presidente que viva en un mundo de fantasía, donde todas las cosas están en su lugar.
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