Acusan que los tres hombres no quisieron matarla, por ello están libres
Debido a la serie de golpes que recibió, la chica fue hospitalizada, aunque falleció tres días después por diversas fallas en sus órganos
Marisela Pozo, una joven de 27 años de edad, fue golpeada con hierros, arrastrada por el suelo, atada a un árbol y torturada durante tres horas en plena calle de un barrio a las afueras de Buenos Aires, en Argentina.
Los hechos ocurrieron el pasado 17 de marzo de 2016 y fueron perpetrados por tres sujetos mientras algunos testigos filmaron todo con sus teléfonos celulares, lo cual fue compartido en redes sociales.
Ante ello, la chica fue hospitalizada, aunque falleció tres días después por diversas fallas en sus órganos. Pese a esto, la justicia de dicho país dictaminó que los tres sujetos que la torturaron durante tres horas la asesinaron sin querer. Esto fue informado a la familia de Marisela mediante una notificación judicial.
Además, el fiscal del caso, Carlos Alfredo Luppino y la defensa de los imputados acordaron un juicio abreviado con una condena de un año de prisión en suspenso para los tres agresores, lo cual significa que ninguno de ellos pisará la cárcel a pesar de lo que hicieron.
Gracias a esta sentencia, el abogado de la familia de la víctima dijo que la apelará: “Es vergonzoso, no puedo creer cómo el fiscal pudo hacer un acuerdo de este tipo. Se está dejando impune su homicidio y revictimizando de nuevo a la familia. Tres asesinos están en libertad porque a un fiscal se le ocurrió hacer este horror”. Además, espera que la Cámara de apelaciones anule el acuerdo y acepte la realización de un juicio.
“La tuvieron atada en un árbol, le pegaron y la tiraron al costado de las vías. Si no la quisieron matar ¿qué quisieron hacer? Ayudarla, desde luego no”, criticó el abogado.
De acuerdo con las versiones de los testigos, la chica salió de su casa después de consumir estupefacientes, caminó descalza cerca de un kilómetro y buscó refugiarse en un local, por lo que el dueño del establecimiento y un par de vecinos comenzaron a golpearla.
“Vos sos loquita, yo te voy a curar”, le dijo uno de los hombres antes de que comenzaran a darle de puñetazos, puntapiés y golpes dados con palos y hierros, que le provocaron severas heridas por todo el cuerpo, en especial las piernas y la espalda.
Pese a ello, la justicia de Argentina indicó que ninguno de los golpes había sido en “zonas vitales”, por lo que los sujetos no tenían intención de matarla, por lo que les dieron el mínimo castigo que establece la ley.
“Esto demuestra la poca perspectiva de género que tiene la Justicia argentina. Marisela medía 1,60, ellos eran tres y grandotes. Si hubiese sido hombre, ¿le habrían pegado así? No, la mataron por ser mujer”, acusó el abogado.
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