A pesar de ser la goleadora del equipo el torneo pasado, la directiva le negó un aumento de sueldo
Alicia Cervantes Herrera, exjugadora del Atlas de Guadalajara, renunció al equipo ya que por contrato ganaba mil 500 pesos mensuales.
La joven, de 23 años de edad, explicó en entrevista para Mediotiempo que decidió salir del equipo porque cuando se atrevió a pedir un aumento de sueldo recibió un no como respuesta.
“Decidí no seguir por mi economía, yo no tenía una casa club, yo no estoy estudiando, tampoco me estaban dando estudios y aparte era muy poco lo que me estaban pagando”, señaló.
El contrato de Cervantes describe que a cambio de su total disposición ella tendría un pago de mil 500 pesos mensuales.
“El club conviene con LA JUGADORA, que por la formación deportiva objeto del presente convenio, se otorgará un apoyo económico por la cantidad total, neta, de $1,500.00 pesos mensuales, durante los meses de JULIO de 2017 a MAYO de 2018…El club fijará los horarios de entrenamiento, prácticas, y horas en los que la jugadora deberá estar a disposición del club para su participación en partidos que deba cumplir”, estipula el contrato.
Alicia Cervantes jugó el torneo pasado mil 88 minutos y anotó nueve goles que le permitieron ser distinguida como la goleadora de los rojinegros.
52' ¡GoOOooL DE ATLAS!
Alicia Cervantes lo hace de nuevo, deja a dos jugadoras en el camino y sacude las redes.
Atlas 2-0 @RayadosFemenil pic.twitter.com/sCDlBz2a8L— Atlas FC Femenil (@AtlasFCFemenil) August 19, 2017
Sin embargo, su desempeño no fue suficiente para ganarse un aumento de sueldo. La joven señala que no pudo hablar con los directivos, solo con los gerentes, quienes le negaron su petición.
“Yo no les pedía millones, simplemente les pedía lo justo, creo que por lo que hicimos en colectivo en el torneo y por lo que hice personal, creo que más de una sí nos merecíamos el aumento”, aseguró.
La apertura del Liga MX femenil les ha permitido a cientos de mujeres cumplir su sueño de jugar profesionalmente fútbol, no obstante, aún existe una gran diferencia frente a la de hombres. Ellos gozan de otros privilegios laborales y salariales que hacen que la ilusión de las chicas se vuelva una pesadilla.
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