Durante años la sobreprotegió, le inventó enfermedades y jamás la llevó a la escuela
La mujer fue encontrada apuñalada en su casa
El síndrome de Munchausen es una enfermedad que afecta no solo a la persona que la padece sino que también a las que se encuentran a su alrededor, en especialmente si son hijos del paciente.
Este trastorno afecta principalmente a mujeres que pese a tener hijos sanos, los cuidan como si estuvieran enfermos. Inclusive los medican para provocarles vómitos y así evitar que engorden.
Recientemente el canal de televisión HBO difundió un documental llamado “Mommy Dead and Dearest” que da a conocer el terrible caso de una madre con este síndrome que sometió a su hija durante años, hasta que la joven la asesinó.
Dee Dee Blancharde cuidó a su hija Gypsy, supuestamente enferma, por años. La alimentaba a través de tubos, estaba extremadamente delgada, anduvo en silla de ruedas y según su madre tenía siete años de edad mental.
Dee Dee tuvo a su hija a los 24 años y tras la separación de su marido creó un vínculo muy afectivo con su hija, obsesionándose con la idea de no quererse separar nunca de ella. “Si preguntabas sobre el diagnóstico de su hija, Dee Dee te daría una larga lista de síntomas: cromosomas defectuosos, distrofia muscular, epilepsia, asma severo, apnea, problemas en la vista…”, explica el documental.
Esta terrible vida de sufrimiento y desolación no podía terminar bien. Un día los vecinos de las dos mujeres encontraron a Dee Dee apuñalada dentro de su casa y Gipsy había desaparecido.
Al parecer Gipsy tenía una doble identidad, en Facebook hacía publicaciones en las que plasmaba el odio que sentía por su madre. En esta red social conoció a Nicholas Godejon, un hombre seis años mayor que ella, perteneciente a un grupo de solteros cristianos, a quien le confesó sus problemas en casa.
De acuerdo con las investigaciones, al parecer Gipsy apuñaló a su madre en complicidad con Nicholas, ambos planearon el crimen desde hace algunos meses.
Al parecer quién tomó el arma y mató a Dee Dee fue Nicholas, pero Gypsy se mantuvo en la habitación de al lado, escuchándolo todo y riéndose, según sus declaraciones posteriores. La joven de 23 años fue condenada a 10 años de prisión.
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