Desde muy temprana edad supo que no quería ser madre
Belén Álvarez es una joven argentina de 27 años que se ligó las trompas de Falopio para no tener hijos.
Desde muy temprana edad, ella supo que no quería ser madre. Sin embargo, las veces que llegó a expresar sus deseos fue rechazada.
Aunque en diversas ocasiones las personas a su alrededor le dijeron que con el paso del tiempo cambiaría de opinión, no fue así, por el contrario su convicción se hizo más fuerte.
Cuando tenía 14 años conoció a una maestra que se convirtió en su ejemplo de vida, luego de que una compañera de la docente se compadeciera de ella diciéndole: “qué feo que usted no tuvo hijos”. A lo que ella respondió diciendo que “no debía sentir pena, pues ella era feliz con la vida que había elegido: sin casarse y sin hijos”.
Aquel suceso marcó la vida de Belén, quien desde los 18 años investigó cómo someterse a la cirugía de trompas de Falopio, destacó el portal Infoabe.
“Siempre me pusieron mil quinientas excusas: que tenía que tener por lo menos tres hijos o que tenía que tener más de 30 años.”, explicó.
No obstante, a sus 27 años ha logrado ligarse sus trompas de Falopio y con ello convertirse en el rostro del movimiento “child free” (libre de hijos), que agrupa a las personas que rechazan la idea de tener niños.
“Como no queremos tener hijos, mucha gente cree que odiamos a los niños y la verdad es que anda que ver… Yo misma tengo adoración por los nenes, participo activamente del cuidado de mis sobrinos”, detalló.
Sobre su caso, explicó que ella decidió que no será madre porque ella padece una enfermedad y no quiere heredarla a un hijo.
“Dentro del movimiento tenemos distintos motivos por los cuales no queremos ser padres, pero todos lo vemos desde el lado de la responsabilidad. Algunos sienten que tienen un estilo de vida que no concuerda, otros porque tienen alguna enfermedad y no quieren que un hijo o la herede o sufra por eso. Ese es mi caso. También hay personas que simplemente no quieren, también es mi caso. Somos personas que no creemos que sea responsable traer al mundo un hijo que uno no desea”, dijo.
Además, considera que las críticas a su decisión tienen que ver con que muchos no están acostumbrados a que una mujer pueda decidir sobre su cuerpo.
“Creo que sigue estando muy instalado el tema de ‘mujer’ como sinónimo de ‘madre’. Como que ‘ah, nació nena, entonces va a ser madre, abuela, morir’. Hace muy poco tiempo se está planteando esta otra forma de vida y la sociedad no está acostumbrada a que una mujer decida sobre su cuerpo, básicamente. Es como que el cuerpo de la mujer es de dominio público: todo el mundo puede opinar, todo el mundo puede tocar. Y creo que ahí está el tema: el cuerpo es propiedad privada y la decisión de tener hijos o no es de cada una”, concluyó.
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