El exmandatario está acusado de desviar 35 mil millones de pesos
“Se sospecha también que tiene mucha información comprometedora, porque sí estuvo ayudando la campaña presidencia de 2012; eso lo sabemos”, indicó un investigador de temas políticos del CIDE
Dos exfuncionarios del exgobernador priísta Javier Duarte ya fueron arrestados: el exsecretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo, acusado del delito de “coalición”, el cual fue detenido el pasado 29 de marzo y el exsecretario de Seguridad, Arturo Bermúdez Zurita, además del gobernador interino que lo sucedió, al cual acusan de facilitar la fuga de Duarte.
A pesar de esto, el principal autor de los delitos en el estado, Javier Duarte, aún sigue prófugo, cumpliendo 181 días sin que se sepa dónde está. Este periodo incluso supera al que vivió Joaquín “El Chapo” Guzmán después de su fuga de un penal de máxima seguridad, quien presuntamente era el narcotraficante más poderoso del mundo.
“La pregunta para mí es si hay voluntad de atraparlo y de traerlo, porque se sospecha también que tiene mucha información comprometedora, porque sí estuvo ayudando la campaña presidencia de 2012; eso lo sabemos”, comentó el investigador de temas políticos, José Antonio Crespo al portal Sin Embargo.
“Él podría decir: ‘yo también tengo mi versión de las cosas’, que puede comprometer muy fuertemente al presidente, y que por eso pensamos que lo dejaron ir; entonces, no sé si les convendría atraparlo”, dijo el académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
Cabe señalar que Javier Duarte de Ochoa formó parte del grupo de gobernadores que fueron considerados por el presidente Enrique Peña Nieto como el “nuevo rostro del PRI”, junto con el exmandatario de Chihuahua César Duarte Jáquez y el de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo.
Sin embargo, cinco años después, estos tres priístas enfrentan cargos de corrupción, incluso por el veracruzano, el gobierno de la República ofrece una recompensa de 15 millones de pesos para que dé información que ayude a localizarlo.
Resalta que de los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México aparece en el primer lugar, ya que la sociedad ve mayores niveles de corrupción dentro de la política.
Así, sobresale que el veracruzano está acusado de haber desviado por lo menos 35 mil millones de pesos.
“El caso de Javier Duarte es una expresión mayúscula de la corrupción política en México”, comentó Alberto Aziz Nassif, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
“Dejó su estado en una situación de total debilidad en términos de seguridad, se robó el dinero, se amafió con los grupos del crimen organizado y, a final de cuentas, tuvo la posibilidad de escapar de la justicia y sigue como un prófugo que, en efecto, ha superado esta fecha que marcan con respecto a la cantidad de días que estuvo prófugo El Chapo”, dijo el académico.
Sobresale que la presión política en contra del exmandatario comenzó a hacerse pública a partir de febrero de 2016, esto después de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) diera a conocer la revisión a la cuenta pública de 2014, en la que encontró que el gobierno del veracruzano presentaba más de 35 mil millones en recursos no explicados.
Tan sólo un día después de esto, en el Senado de la República se aceptó un punto de acuerdo promovido por el Partido Acción Nacional para que se llevar a cabo un juicio político en contra del exmandatario.
Esto solamente fue el inicio de todos los desvíos y delitos que Javier Duarte de Ochoa había comentado en Veracruz.
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