Japón envió su primera flota de balleneros al océano Antártico en más de un año, con el objetivo de matar a 333 ballenas de minke.
La expedición se lleva a cabo a pesar de un fallo de la Corte Internacional de Justicia y a fuertes objeciones por parte de varios países.
Japón sistemáticamente ha rechazado los llamados para suspender sus actividades balleneras, al insistir que es vital para construir un cuerpo de “investigación científica”.
“A través de la captura de ballenas para la investigación, Japón está recabando datos científicos y apuntando a la reanudación de la caza de ballenas con fines comerciales”, afirmó Hidiki Moronuki, negociador senior de la industria pesquera en la Agencia de Pesca de Japón.
Está programado que la expedición termine hasta 2016.
Fuente: CNN
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