Los conspiradores debían apartar al presidente Erdogan y fueron incapaces de hacerlo.
El golpe de estado en Turquía falló, y al momento hay más de 200 muertos y más de seis mil arrestados por el incidente.
Durante la revuelta, pasaron horas antes de que se supiera el paradero el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Los insurgentes tomaron edificios y medios de comunicación; sin embargo el panorama cambió cuando Erdogan regresó al aeropuerto de Atatuk, en Estambul, y dio una conferencia de prensa, calificando el intento de golpe de Estado como un “acto de traición y rebelión”.
Según palabras de Ilnur Cevik, asesor presidencial en Turquía, a la BBC el golpe de Estado falló por la decisión del pueblo.
“Queda muy claro que hubo un intento de golpe de Estado, pero la situación rápidamente se volteó a favor del gobierno de Erdogan, quien le pidió a la gente que saliera a las calles de Ankara y Estambul. Y eso fue lo que hicieron”, dijo.
El intento de golpe de Estado tiene su raíz en la profunda división en torno al proyecto del presidente Erdogan de transformar al país y por la contagiosa violencia de la guerra que sufre la vecina Siria.
Por ello Turquía se ha enfrentado a una creciente agitación y el intento de derrocar a Erdogan no será la última demostración de esa convulsión.
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