Los empleados trabajan en condiciones inhumanas 12 horas al día
Viven en situaciones insalubres y son amenazados constantemente por su situación migratoria
La industria lechera del estado de Nueva York, con ingresos de 14 mil millones de dólares anuales se ha expandido a costa de la explotación laborar hacia sus empleados, la mayoría mexicanos y centroamericanos, según un informe realizado por el Centro de Trabajadores de Nueva York Central en conjunto con el Centro de Justicia de los Trabajadores de Nueva York.
El informe fue hecho con la ayuda de la Universidad de Syracuse y recopila entrevistas con 88 inmigrantes de más de 50 instalaciones lecheras, 61% de ellos eran mexicanos, 34% guatemaltecos y 2% de Honduras y de Puerto Rico.
Llamado “Milked (ordeñados): trabajadores agrícolas migrantes en la industria lechera de Nueva York”, el reporte detalla que no se puede saber con exactitud el número de trabajadores empleados por la industria lechera de Nueva York; sin embargo, se trata del más importante sector agrícola del estado.
Las conclusiones incluidas fueron que casi la mitad (48%) reconoció haber sufrido “intimidación o discriminación”, y una quinta parte opinó que los supervisores se refieren a su etnicidad o condición migratoria de “manera humillante o intimidante”.
De igual manera, 88% de los empleados consideró que sus jefes se preocupan más por las vacas que por el bienestar de los trabajadores.
En las viviendas que les proveen sus empleadores, 58% reportan infestaciones de insectos; aun así, pocos abandonan sus viviendas de forma regular por su miedo a las autoridades migratorias.
“Los trabajadores agrícolas abandonan las instalaciones de la granja, en promedio una vez cada 11 días, en tanto que algunos de ellos lo hacen sólo en caso de emergencias médicas”, asegura el documento.
Como resultado, la mayor parte de los trabajadores se sienten asilados (62%) y deprimidos (88%) y sin ningún sentido de pertenencia (57%).
Estos migrantes trabajan 12 horas al día aproximadamente, sin pagos extras y con un día de descanso semanal, en una situación de peligro extremo.
Dos tercios de los trabajadores reconocieron haber sufrido al menos una lesión en el trabajo, la mayoría de las cuales (68%) necesitaron atención médica. La mayor parte de ellos informó de la lesión a su jefe, pero otros tenían miedo o desconfiaban de su nivel de inglés para reportar lo ocurrido.
Las muertes por accidentes laborales también son comunes y, la mayoría evitables, según el informe. El Departamento de Salud del estado de Nueva York indicó que de las 69 muertes de trabajadores reportados entre 2006 y 2016 en la industria lechera, 54 podían haberse evitado.
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