La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 50/2015 a José Antonio González Anaya, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por un caso de violencia obstétrica contra una mujer indígena que perdió a su bebé por una negligencia médica.
Cuando tenía 40 semanas de gestación, la joven náhuatl de 18 años acudió con dolores de parto a la Unidad de Medicina Familiar 13 del Valle de San Quintín, Baja California. Ahí fue atendida por un médico, quien reportó un embarazo de “evolución normal” y le extendió un pase para el Hospital Rural 69 para que se le practicara una cesárea.
Ese mismo día por la tarde, la mujer fue atendida en el citado hospital por otro médico quien estableció que el producto se encontraba “en posición podálica” y no cefálica. Sin embargo, no reportó el ángulo de extensión del cuello por la posición del bebé, que obligaba a la realización de una cesárea urgente.
A las 19:55 horas la mujer ingresó a la sala de labor donde nació su bebé luego de estar 25 minutos en el canal vaginal, lo que le ocasionó un cuadro de insuficiencia de oxígeno y sangre en el cerebro por lo que fue trasladado al Hospital General de Ensenada, donde falleció.
La CNDH atrajo el caso y acreditó la inadecuada atención médica y violencia obstétrica e institucional en perjuicio de la joven náhuatl.
Por lo anterior recomendó al IMSS que reparar los daños ocasionados a la mujer y a su esposo, que incluye una indemnización justa y el otorgamiento de la atención médica y psicológica, así como la inscripción de ambos en el Registro Nacional de Víctimas para que tengan acceso al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral.
Fuente: Proceso
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