Este corto es del estudio de animación “23lunes”
Fue publicado el pasado 16 de junio a través de YouTube y hasta el momento registra 30 mil reproducciones
Hermann Schreiber es un hombre a quien su cuidadora le hizo creer que los aplausos que se escuchaban en los balcones, todas de las noches en punto de las 20:00 horas, eran para él.
Jordi García, del estudio de animación “23lunes”, tras conocer la historia detrás de uno de los videos más populares en redes durante el confinamiento en España, decidió hacer un cortometraje para homenajear a su protagonista.
Se trata del video en el que aparece Hermann Schreiber, un anciano enfermo de Alzheimer tocando su armónica y a quien su cuidadora Tamara Sayar le hizo creer que los aplausos que se escuchaban en los balcones todas de las noches en punto de las 20:00 horas eran para él.
El cortó “Hermann” fue publicado el pasado 16 de junio a través de YouTube y hasta el momento registra 30 mil reproducciones. También ha sido difundido en Twitter y Facebook.
Esta producción fue hecha con dibujos animados y relata la historia de Hermann cambiando la armónica por el violín y sumando toques de fantasía.
Al inicio se puede ver cómo el anciano se prepara en la soledad de su camerino cuando su asistente le dice que el público ya está listo para su actuación.
Tras unos momentos en los que se ve cómo toca el violín ante el lleno público de un auditorio, la imagen cambia a la habitación de una residencia, ya que en realidad todo era producto de la imaginación de Hermann, mientras su hija le decía al teléfono que lo quería ver pronto.
“Quería explorar en qué pensaba Hermann cuando hacía esos conciertos. Lo único real es en realidad lo que tú vives”, relató García para Verne.
Para poder llevar su idea a cabo, Jordi trabajó con otras 15 personas del estudio de manera remota durante dos meses y una semana y media antes de concluirlo se reunieron de manera presencial para hacer los últimos ajustes.
Con el fin de contar la historia de Hermann lo mejor posible, Jordi y su equipo contactaron a su cuidadora Tamara Sayar, así como a sus hijos, para no exponerlo demasiado, ya que por su situación no había concedido entrevistas.
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