La víctima se dedicaba al cuidado y entrenamiento de gallos para peleas
En el condado de Tulare, California, un hombre identificado como José Luis Ochoa murió apuñalado por su propio gallo. Al llegar al hospital, la víctima presentaba signos de heridas con objetos punzocortantes y se estaba desangrando.
De acuerdo con las autoridades, las heridas fueron provocadas por uno de los gallos, quienes llevan amarrada una navaja en las patas para matar a otras aves en las peleas.
Ochoa se dedicaba a la crianza y entrenamiento de estos animales. Esta práctica es ilegal en gran parte del mundo porque atenta contra la vida de estas aves que deben pelear contra otras hasta morir.
En la escena del crimen, fueron encontrados otros ejemplares de gallos muertos, así como instrumento y armas que son utilizados durante las peleas clandestinas. Durante el cateo ninguna persona fue detenida.
Por su parte, las autoridades confirmaron que Ochoa había sido multado en varias ocasiones por tener y entrenar animales para peleas.
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