Se cree que si un niño llora es porque es el resultado de una mala crianza
Si los obligamos a callarlos, a no llorar, hablar bajo y no moverse de la silla estaremos criando a criaturas temerosas.
En la actualidad nos topamos muchas veces con algunas situaciones que nos demuestran que los niños no siempre son bien recibidos en los cines, salones, tiendas y etc.
¿A qué nos referimos? Al concepto de “niñofobia” que hace referían a los lugares donde no son permitidos por los niños por el ruido que ocasionan, sin imaginar que los pequeños inquietos, ruidosos y hasta llorones son los más felices ya que no tienen miedo de expresar sus emociones, viven libres sin cohibiciones.
Mayormente se cree que si un niño llora es porque es el resultado de una mala crianza, sin imaginar que el llanto es la única forma de comunicación que conocen los pequeños para expresar sus necesidades o fastidios.
Hay que tener en cuenta que los niños desean tocarlo todo, porque a través de sus sensaciones pueden experimentar, sentir, reír y sobretodo aprender. Si los obligamos a callarlos, a no llorar, hablar bajo y no moverse de la silla estaremos criando a criaturas temerosas que no se atreverá a explorar.
Sin embargo, tampoco podemos caer en ser muy permisivo, si un niño llora ese llanto debe de ser atendido y no censurado ni olvidado. Es necesario que se cree una conducta de exploración, curiosidad e interacción con su medio, pero siempre con supervisión.
Debido a la presión social que existe por mantener quieto y callado a un niño muchas madres acuden con el doctor y este les receta medicina para ‘calmar’ a las criaturas, y en la mayoría de las veces ni con un médico acuden, sino que se lo administran a su hijo para así mantenerlo adormilado y que no de lata.
Fuente:Naxio
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