El Papa Francisco instó hoy a combatir “el cáncer de la corrupción, de la explotación humana y laboral y el veneno de la ilegalidad”, en el discurso que dirigió a los ciudadanos de Prato, localidad de la Toscana, en el centro de Italia, adonde viajó hoy.
“La sacralidad de cada ser humano requiere para cada uno respeto, acogida y un trabajo digno. La vida de cada comunidad exige que se combatan hasta el final el cáncer de la corrupción, el cáncer de la explotación humana y laboral y el veneno de la ilegalidad”, dijo asomado a uno de los balcones de la catedral de la localidad toscana.
Su discurso fue inspirado por la tragedia de diciembre de 2013, cuando un incendio en una fábrica ilegal de Prato dejó siete ciudadanos chinos muertos, cinco hombres y dos mujeres, que trabajaban, vivían y dormían en ese mismo lugar.
“Me permito recordar a estos cinco hombres y dos mujeres de nacionalidad china que vivían en un pequeño dormitorio de cartón y cartónpiedra”, señaló el pontífice.
Según el Papa, todo el mundo merece respeto, ser bien recibido y un trabajo digno. Las condiciones “inhumanas” en que estaban obligados a vivir los empleados textiles chinos “no es un trabajo digno”, agregó.
En Prato viven unos 40 mil migrantes chinos, de los que casi la mitad están en el país sin los permisos necesarios, y es un importante centro productor de ropa barata.
El Papa salió del Vaticano a las 7 (3 en la Argentina) en helicóptero, aterrizó en el campo deportivo de Prato a las 7.50 y se si dirigió a plaza de la catedral.
Tras esta breve etapa, Francisco proseguirá su visita a Florencia, que visita en ocasión del V Congreso Eclesial Nacional de la Conferencia Episcopal Italiana y allí almorzará con un grupo de pobres.
Fuente: La Nación
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