“Yo no tengo por qué responder de algo que yo no he hecho”, dijo Roberto Borge Angulo la semana pasada. Era su respuesta ante la exigencia de un juez, que le ha dictado dejar de clonar la revista Luces del Siglo; una respuesta tardía y tramposa al anuncio de que la Procuraduría General de la República (PGR) supuestamente lo va a investigar por atentar contra las libertades civiles de periodistas, políticos y activistas en la entidad.
Nadie le cree, por supuesto, a la PGR. ¿Cómo creerle? ¿El PRI investigando al PRI? Por favor. Nadie cree que la Fiscalía para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión vaya a actuar. Pero mientras el Presidente Enrique Peña Nieto continúe guardando silencio en este caso, vergonzoso para cualquier democracia, tampoco hay manera de creer que el gobierno federal como un todo esté interesado en ponerle freno al dictador caribeño y dar garantías a los perseguidos por el Gobernador.
Datos sobran sobre Borge Angulo. La organización internacional Artículo 19 presentó recientemente un informe en el que detalla cómo en Quintana Roo “opera una red de bots y trolls que insultan, hostigan y amenazan, en redes sociales, a periodistas o medios de comunicación que critican o cuestionan la gestión del Gobernador”. Difaman, clonan y difunden información falsa que la hacen pasar como si vinieran de los medios críticos.
“El Ejército Borgista de bots tiene como fin el acallar voces periodísticas críticas y silenciarlas dentro de las redes sociales […]. La situación en Quintana Roo ha generado un cambio total en las vidas de los periodistas críticos y defensores de derechos humanos. La violencia no es solamente digital, sino que también se han documentado hechos de violencia física que ponen en riesgo la integridad y seguridad de los periodistas”, dice el informe de Artículo 19, que en tres años documentó seis casos de medios de comunicación y periodistas quintanarroenses que son “blanco de campañas de desprestigio provenientes de una red de trolls y bots, con expresiones encaminadas a denigrar su imagen personal y profesional”.
“En los seis casos se observa un patrón: Horas o minutos antes de que la información se difunda masivamente en redes sociales, Lino Magos, titular de la Dirección de la Defensoría Pública del Poder Judicial de Quintana Roo, y César Mortero, coordinador Estatal del Movimiento PRI-MX, suelen compartir en Twitter información falsa o dolosa de estos comunicadores. Se han presentado casos, sin embargo, en los que el propio Gobernador es quien encabeza los primeros ataques…”, dice el informe.
“Que a gobernantes como Roberto Borge les incomode la crítica y ejerzan su poder de estado contra medios y periodistas, refleja claramente su talante antidemocrático. El aumento de agresiones durante la presente administración es un síntoma inequívoco del contexto adverso para la prensa y la defensa de derechos humanos en el estado de Quintana Roo”, agrega.
Es decir, los datos están allí. Si hubiera voluntad política, la PGR y la Fiscalía habían lo que deben hacer. Pero no lo harán. Lino Magos, César Montero y el mismo Gobernador Borge saldrán impunes de esta y de las que vienen, porque no está en el PRI allegar la justicia; no está en el PRI ser correctos y leales a los principios de una democracia. Y no está, en la Secretaría de Gobernación, la voluntad para poner un freno.
El PRI en Quintana Roo ha demostrado que está hecho con la masa con la que se cuecen las dictaduras. No es el viejo PRI: es el PRI de siempre, el que no entendió lección alguna y está dispuesto a todo para mantenerse en el poder. Es un tramposo irreverente; es un perseguidor de los disidentes. Es el mismo viejo PRI en un empaque nuevo, que utiliza las redes sociales para acorralar y la burda persecución para intimidar.
Ese es el PRI también del Presidente Peña Nieto hasta que no cumpla, en los hechos, con su promesa de legalidad. Roberto Borge Angulo es una bomba de tiempo para el Presidente. La bola de nieve que lleva tres años rodando en la colima ya es enorme y ruidosa; y cada vez será más difícil de contener.
Borge Angulo exhibe a Peña Nieto pero, ¿por qué Miguel Ángel Osorio Chong lo ha dejado correr? ¿Cuál es la carambola que busca el Secretario de Gobernación? El Gobernador de Quintana Roo ha llevado las cosas demasiado lejos. Tan lejos, que hace pensar que la carta de impunidad salió firmada de la oficina de Osorio Chong. ¿Por qué el interés de exhibir al Presidente –que no a Roberto Borge– como un antidemocrático, como una figura decorativa al que le brincan los enanos alrededor? Porque, claramente, no hay Borge sin Osorio Chong.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
Por: Alejandro Páez Varela
@paezvarela
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