Hay demasiados municipios en el país, enormes extensiones de territorio, pero con pocos habitantes. Esto genera a su vez débiles estructuras de gobierno que no pueden combatir los embates de un cáncer nacional, la delincuencia organizada.
El caso de la alcaldesa de Patzcuaro cuyo yerno fue asesinado, el regidor de Laredo que vendía drogas, el presidente municipal de Ayutla, Jalisco victimado por el narco, son sólo algunos de los casos que obligan a las autoridades a meditar cómo fortalecer a la parte más esencial de la estructura gubernamental: el municipio.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
POR: Leonardo Schwebel
@LeoSchwebel
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