En México, ser crítico de la autoridades es motivo bastante para ser asesinado. Cada día se incrementan los casos donde funcionarios atentan en contra de su propia gente. Pero el problema es que la impunidad se mantiene.
A cuatro meses de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, la justicia no llega, por el contrario la autoridad busca por todos los medios dar carpetazo al incidente. Tlatlaya es otro caso donde las anomalías salen a relucir… ni hablar del caso de Moisés Sánchez que fue victimado por la policia. Ahora se están cocinando reformas para censurar y perseguir a los “subversivos”.
Nuestro México, una tragedia andante.
Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
POR: Leonardo Schwebel
@LeoSchwebel
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