La libertad de expresión, a pesar de estar fundamentada y reconocida por la Constitución Mexicana, es al parecer un privilegio del que sólo gozan políticos y ciertas élites; algo que no está hecho para periodistas o cualquier otro ciudadano que en verdad tenga algo importante qué decir.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
POR: Leonardo Schwebel
@LeoSchwebel
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