¿Realmente sirven los 120 mil pesos que promete entregar el gobierno federal?
Instalados en tianguis al sur de la Ciudad de México, estos arquitectos entregan planos personalizados y planes de construcción dependiendo de la necesidad de las personas
Por Juventino Montelongo
soyquiroz@gmail.com
Hábitat Participativo es un colectivo enfocado a promover y acompañar iniciativas comunitarias apoyándose de varios expertos, por lo que colaboran de cerca con organismos de la sociedad civil, comunidades organizadas, redes de investigación internacional y otros colectivos.
En entrevista para Mientras tanto en México, el arquitecto y uno de los fundadores del proyecto, Abrahám Rodríguez Buendía, habló de cómo comenzó a formarse este colectivo, que en un principio –2012– estaba integrado por un grupo de arquitectos, quienes trabajaban de manera colectiva los procesos de diseño arquitectónico, luego de conocerse en la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
Ya con cinco años de camino, y luego de los terremotos del pasado mes de septiembre, que afectaron a gran parte del sur del país, comenzaron con la iniciativa llamada Consultorio de Arquitectura para Vivienda, “que surge para apoyar a las personas que tenían la necesidad de revisar sus viviendas, en un principio, porque era un proyecto que teníamos planeado desde antes del sismo para generar estrategias para asesoría arquitectónica para viviendas en colonias populares, para la gente que comúnmente no acostumbra acudir a un arquitecto”.
¿Cómo funcionan estas asesorías?
Lo primero que hicieron fue instalar un consultorio en la zona sur de la Ciudad de México, particularmente en tianguis ubicados por Santa Úrsula, colonia Ajusco, el Pedregal de Santo Domingo, en donde las personas se acercan a cuestionarlos respecto a qué necesitan para reparar la humedad de una azotea u otros aspectos, lo cual tiene un costo de 50 pesos.
“Luego, si quieren, hay consultas respecto a qué necesito para ampliar mi vivienda pero quiero hacerlo con base en un proyecto, ahí ya tenemos que ir a las casas y así va subiendo hasta pensar en un proyecto arquitectónico más amplio, de hasta 2 mil 400 pesos, que nos lo pueden pagar en cuatro quincenas, pero ya con la asesoría de entregar planos y presupuestos, para que ellos construyan y sepan en qué están gastando el dinero”, compartió Rodríguez Buendía.
Dijo que en muchas ocasiones las personas compran material de más y aprovechan mal su dinero, o incluso compran menos y las construcciones terminan no de la mejor manera posible. Otro punto en el que apoyan a las personas es a realizar los trámites, todo dependiendo de las necesidades de los interesados.
Fue un maestro de la Universidad Autónoma Metropolitana, David Mora, quien comenzó con un proyecto piloto similar en las colonias de la periferia de la capital, por lo que se acercaron a él para comenzar con la iniciativa.
“A mí lo que me ha sorprendido es que la gente de estas colonias populares reconoce la asesoría técnica, que ayuda a construir su vivienda. La mayoría de estas personas autoproduce sus casas, porque por lo general contrata albañiles, electricistas, pero lo hacen sin ningún diseño, entonces eso implica que haya muchos errores constructivos. Muchos de los que se nos han acercado incluso son albañiles, que nos dicen ‘ustedes nos hacen el plano y yo puedo construir con ese plano’. Lo que he notado es que la gente está consciente de que es un servicio útil”.
Las personas que se les han acercado confían en ellos casi de manera inmediata, “no hemos tenido que plantarles siquiera cuáles son los beneficios, nos dicen ‘sí, si tú me das un proyecto o un dibujo o un presupuesto, yo con eso puedo mejorar mi vivienda o remodelarla’”.
El problema del apoyo gubernamental
Abrahám Rodríguez habló sobre el apoyo gubernamental de 120 mil pesos para la construcción o reconstrucción de las casas afectadas por el terremoto. “Ahí el problema es que las constructoras van a construir con modelos de viviendas que ya están preestablecidos y no van a diseñar con la gente, eso es un problema gravísimo porque nos ha tocado ver que las viviendas afectadas son muy variadas”.
El arquitecto comentó que muchas de las casas tienen condiciones muy distintas, ya que algunas tienen características de la vivienda rural, donde sus cocinas son de leña y el modelo gubernamental tiene una cocina integrada para que tengas estufa de gas, cuando muchos ciudadanos no tienen gas, lo cual termina afectando los modos de vida de dichas comunidades.
“Es el mismo modelo que están construyendo en todos lados y no se está configurando el diseño para cada comunidad, además de que está el problema climático, no es lo mismo es Istmo, la costa que la sierra de Oaxaca”.
¿Crees que con los 120 mil pesos puedes edificar bien una casa?
“Puede ser, pero tiene que ser una vivienda que sea hecha a la medida, porque seguramente no va a alcanzar para todas las necesidades de la gente y las personas van a tener que ampliarla (la casa) después con sus propios recursos. Eso también se tiene que considerar, porque si de inicio no se planea la vivienda para que crezca o se amplíe le va a generar problemas a la gente”.
“Está bien para el inicio de una vivienda, puede ser, pero habría que configurarlo pensando en el futuro. O sea, los 120 mil pesos sí te alcanzan para una vivienda con dos cuartos, con cocina y un baño”, aunque aclaró que no todas las personas vivían en casas de dos cuartos, por lo que hará falta más dinero para adecuarla a las necesidades, “alcanza, pero ¿qué tan uniforme son las necesidades de las familias? Eso no lo podemos ver hasta estar en el sitio y tener un trabajo con la gente directamente”.
Si quieres conocer más del proyecto o te interesa hacer una asesoría, puedes visitar las redes sociales del Consultorio de Arquitectura para Vivienda:
O su página de internet
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